Las propuestas más futuristas ya no son solo parte de las películas de ciencia ficción. Las más nuevas y avanzadas ideas sobre los coches que utilizaremos en el futuro comienzan a hacerse realidad.

Vehículos ultracompactos, coches que vuelan, carrocerías de espuma y multitud de extravagancias con las que los fabricantes de automóviles quieren enseñar al mundo lo que son capaces de hacer. Aunque lo más probable es que no pasen de ser un modelo de pruebas presentado en exposiciones y ferias para el deleite de los asistentes.

Entre estas propuestas destaca, por ejemplo, el coche volador AeroMobil, que se transforma de vehículo a avión en unos segundos. La empresa asegura que puede despegar en cualquier lugar en el que haya unos cientos de metros en línea recta. Aun no se puede comprar, pero si es posible reservarlo en su página web.

Los ultracompactos son otros de los grandes atractivos de estos prototipos. Así, el Nissan Motor Co's New Mobility, cien por cien eléctrico, está pensado para personas mayores u hogares unipersonales que necesitan un vehículo sencillo y pequeño para trayectos cortos.

Honda también apuesta por el transporte urbano futurista con el Personal-Neo Urban Transport (P-NUT). A esta tendencia se unen General Motors y Segway. El Electric Networked Vehicle es un coche eléctrico de dos asientos para moverse por la ciudad, aparcar fácilmente y que se puede conducir de forma autónoma.

Otro ejemplos en esta línea son el Suzuki Pixy, diseñado con la idea de que se mezcle con los peatones y para que lo usen personas que se desplazan solas y no necesitan mucho espacio, o el Armadillo-T, un coche plegable creado en el Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Corea.

Toyota también ha tratado de innovar con coches que dejan a la vista desde el motor hasta el tubo de escape (Toyota Kikay), modelos que cambian el aspecto exterior según la voluntad de sus dueños (Fun Vii) y en híbridos familiares pensados en la accesibilidad de personas con movilidad reducida (Fine-X).

También están los coches con carrocería blanda y aspecto esponjoso, ideados a modo de airbags, como el Flesby, el coche de la marca japonesa Toyoda Gosei, o los que rotan sobre sí mismos y no les hace falta la marcha atrás, como el Nissan Pivo2.