Más de dos semanas para aceptar la reparación de pago por la compañía aseguradora. Es el tiempo que ha tenido que esperar un taxista cliente de Mutua Madrileña para que la aseguradora autorizara la reparación de un siniestro ocurrido en pleno centro de Valencia. Así lo ha dado a conocer Dani Pastor, propietario de Talleres Pro Cars Valencia y miembro de Siauto, a través de un vídeo publicado en su canal de Youtube, en el que expone el caso más llamativo que se ha encontrado en las últimas semanas y que abre el debate sobre la demora de algunas aseguradoras, justificada o no, para comenzar el proceso de reparación.

El caso es el siguiente. El taxista iba conduciendo por una de las calles más céntricas de Valencia, cuando se siente indispuesto, pierde el conocimiento y acaba empotrándose contra un contenedor, subiéndose a la acera. Afortunadamente, no hubo que lamentar daños personales importantes, ni atropello de ningún viandante ni para el propio taxista, que ingresa en el hospital y se recupera sin problemas. Por supuesto, para esclarecer los hechos, se le tomaron muestras de sangre determinando que no había ingerido ningún tipo de droga ni alcohol.

Pero el vehículo queda seriamente dañado en la parte frontal y lateral, que requerirá una importante y cuantiosa reparación. Es entonces cuando el asegurado, a todo riesgo con franquicia acude a su taller de confianza Talleres Pro Cars Valencia y se encuentra con el problema de la aceptación de pago de la aseguradora.

"Esto puede ser por dos motivos", explica Dani Pastor. "El primero, que la compañía determine que el taller no es de su agrado y no quieren colaborar por tema de precio, que no fue el caso. El segundo motivo, que haya algún tipo de casuística del siniestro que no conozcan y quieran esclarecer. Suele ser para determinar alcoholemia, drogas, etc. Fue ese tema", asegura. Algo lógico desde el punto de vista de la aseguradora, pero que sin embargo, en el caso concreto, sería tan sencillo como aportar el informe médico del cliente. Y, tratándose de un vehículo profesional, que la paralización del coche en el taller supondría cuantiosos perjuicios económicos.

Declaración jurada

"Hace años tuvimos un caso parecido, que había dudas sobre alcoholemia y que solucionamos con una declaración jurada del cliente diciendo que no había tomado sustancias estupefacientes, alcohol ni nada que le comprometiera y que, en caso de que se demostrase, se haría cargo de toda la cuantía económica de la reparación y de los daños derivados del accidente. Lo hacemos en este caso de nuevo. Enviamos, pero la compañía no lo acepta. Queda en espera", explica Dani Pastor.

Es entonces cuando el propietario de Talleres Pro Cars le plantea al cliente las dos opciones: "O esperas o empezamos con tu autorización, pero en caso de que cuando terminemos, no haya aceptación de pago, te toca pagar una reparación con bastante importe porque tenía muchos recambios". El cliente autoriza a que empiece a reparar, teniendo en cuenta que hubo ingreso hospitalario y análisis de sangre que podrían averiguar rápidamente.

El final feliz, si puede decirse así, llega tras dos semanas, ya que justo el día de la entrega del vehículo llega la aceptación. "Se ha solucionado, pero si el cliente no hubiese tenido disposición económica para pagar la reparación, estaríamos hablando de que estaríamos empezando a reparar y a pedir piezas en plena navidad. Como mínimo, hasta mediados de enero con el coche en el taller. Imagínate perder toda la facturación de navidades de un taxista", asegura Dani Pastor, para quien Mutua Madrileña "funciona bien y llega a acuerdos precio/hora con el taller, pero que en en caso, el tema de agilidad se podía haber mejorado", concluye.