Hace tiempo que insisto a mis clientes y a mis amigos en la importancia de que los coches pasen las revisiones pertinentes. Debido a la crisis algunos propietarios de coches intentan ahorrarse unos eurillos en el mantenimiento de su vehículo. Eso es un gran problema. No porque los talleres facturemos menos, sino porque la seguridad vial se ve afectada. 

Todos los mecánicos sabemos que en ocasiones, una avería puede provocar un accidente grave y no podemos quedarnos callados mientras esto sucede. Es por eso que insisto en que todos los profesionales del sector deberíamos exponer estos casos y concienciar a la gente del buen mantenimiento del vehículo.  

Me he podido fijar en el taller que últimamente me llegan más coches averiados y tengo la intuición de que se debe a que el usuario intenta alargar las revisiones. No obstante, como bien dice el refrán, más vale prevenir que curar y es en ese punto en el que todos deberíamos trabajar. El clásico ejemplo es el de la correa de distribución; sale mucho más barato substituirla cuando está vieja que reparar la avería que se produce cuando se rompe. El mantenimiento preventivo es un modo no sólo de ahorrar dinero sino de velar por la seguridad de conductores, ocupantes del vehículos y viandantes.