Llevamos ya mucho tiempo con la teoría de que el sector de la reparación de automóviles había experimentado un cambio. En concreto, un “cambio de modelo de negocio”. Pusimos los focos en otra parte y cierto es que hemos aprendido a hacer las cosas de otra manera. Parece que en el sector de la pintura se está moviendo algo y no para gusto de todos.

Lo de la letra con sangre entra, se puede aplicar en la elección de una marca de pintura, su significado negativo, claro está. Muchas veces se dice que todas las primeras marcas de pintura son buenas, que aportan una calidad de primera. Y no lo dudo, pero cada una de ellas tiene unas características que la hacen ser diferente a la otra y esas características son las que consigue que uno se decida por ella.

Nosotros ya estamos bastante maltrechos, a ver si es posible que esa lucha encarnizada nos deje al margen. No entendemos de alianzas estratégicas, ni de gigantes del sector peleando por más trozo del pastel y todo lo que sea más de 6 cifras se nos escapa de las manos. Pero, eso sí, nadie sabe pintar coches como nosotros: sabemos distinguir entre un buen barniz y uno regular; y que un buen aparejo te garantiza un buen lijado o que la terminación final depende de todo lo que has hecho antes y el material que has utilizado. Ahí somos unos expertos.

Un golpe más y nos tumban, preferimos bajarnos del ring. Somos pacíficos y no tenemos medios para esto. Eso sí, recordar que somos nosotros los que pintamos los coches, incluso los vuestros.