La actividad en los talleres de reparación ha sufrido importantes descensos durante la crisis del coronavirus, acentuándose con el estado de alarma y la limitación de estos centros como un servicio esencial que solo prestaba asistencia en casos de emergencia. La progresiva desescalada y la posibilidad de realizar ciertos desplazamientos beneficiará a los centros de reparación, que miran con optimismo la llegada de nuevas fases en sus provincias.

Sin embargo, la situación varía en función de la provincia en la que se ubiquen los establecimientos. En Zaragoza, por ejemplo, comienza la Fase 1, un nuevo periodo muy esperado por el sector. Y es que hace tan solo unos días, Cristina Durán, portavoz de la Asociación de Talleres de Reparación de Vehículos de Zaragoza (Atarvez), afirmaba en el Periódico de Aragón que "los talleres están abiertos pero solo reparan a puerta cerrada aquellos vehículos que se dedican a actividades esenciales", haciendo alusión a que la caída de la actividad a nivel nacional habría alcanzado el 98%.

Y es que la autorización para atender solo servicios de emergencia, "en la práctica ha significado que la facturación se ha reducido más de un 95%", explicaba Tania Puche, directora de comunicación de Ganvam, la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos de Motor, Reparación y Recambios. El comienzo de la Fase 1 permite desplazamientos de la población dentro de la misma provincia, lo que va a incrementar considerablemente el número de visitas al taller, ya sea para la puesta a punto del vehículo o para atender revisiones que quedaron pendientes con el comienzo del confinamiento.

La crisis del coronavirus obliga a la puesta en marcha de nuevos protocolos y medidas de seguridad, una serie de actuaciones y prevenciones que puede complicar a los mecánicos, pues en los talleres se comparten herramientas y será muy importante la desinfección para evitar contagios. Unos cambios en el día a día que no son iguales para todos los talleres. Así, Durán considera que en los talleres de más capacidad existen zonas claramente separadas para venta y reparación de vehículos y atención a los clientes, pero la cosa se complica en los más pequeños, donde crear una distancia de seguridad no resulta tan fácil.

Los talleres de reparación esperan aumentar la facturación de sus negocios tras largas semanas de inactividad. Un período caracterizado por la falta de medidas que resolvieran realmente los problemas de este colectivo. Tal y como señalaba Tania Puche, de Ganvam, "no nos convencen las moratorias en los pagos ni las facilidades de crédito, pues esas medidas no resuelven el problema, sino que posponen su solución".

Además de en los centros mecánicos, la falta de movilidad por las restricciones de circulación y el cierre de muchas de estas instalaciones, ha afectado a otros actores del sector. Las grúas que trasladan vehículos hasta los talleres tras un siniestro experimentaron un notable descenso de su actividad durante el estado de alarma. El Periódico de Aragón ha recogido las declaraciones de los trabajadores de una empresa zaragozana, Grúas Tony, que explicaban que "hay muy poco trabajo, prácticamente nada", añadiendo además que "estamos como quien dice de servicios mínimos, porque la actividad ha descendido entre un 80% y un 90%".

Relatos que reflejan la caída de la actividad en el sector de la automoción y la necesidad de retomar de forma progresiva la movilidad para asegurar la supervivencia de muchas empresas. La Fase 1 se ha iniciado en varias provincias españolas, a la espera de que la situación sanitaria mejore en el resto de zonas y que estas puedan retomar su actividad con el fin de recuperar todos los ingresos perdidos en este período.