Los motores de arranque Start/Stop se empezaron a fabricar en 2007. Bosch ya ha montado cinco millones de estos dispositivos desde que comenzó su producción en la planta alemana de Hildesheim (Alemania).

Este sistema ahorra mucho combustible "sin que suponga un gran desembolso", en palabras de Ulrich Kirschner, presidente de la división Motores de Arranque y Generadores, que asegura que esa es una de las claves del éxito de este dispositivo. Y es que, según las previsiones de Bosch, en 2013, uno de cada dos coches de nueva matriculación en Europa ya dispondrá del motor de arranque Start/Stop.

Las ventajas de esta tecnología son claras: se ahorra entre el 5 y el 8% en los consumos de combustible de los vehículos, lo que redunda en un descenso de las emisiones contaminantes. Su funcionamiento se basa en sensores que registran desde el estado del nivel de la batería hasta la temperatura del habitáculo, por poner dos ejemplos destacados, para analizar si poner en funcionamiento el sistema o no dependiendo de las condiciones de cada momento.

Por ejemplo, si el conductor ha elegido una determinada temperatura y aún no se ha alcanzado, el sistema no para el motor, aunque debiera hacerlo, para no perjudicar la climatización del habitáculo. Además, este motor de arranque incluye un convertidor de tensión que garantiza el funcionamiento de elementos como la radio o los dispositivos bluetooth del coche, cuando el motor se apaga ante una detención momentánea.

Y en el futuro más. Los ingenieros de Bosch trabajan en incrementar las ventajas. Kirschner asegura que se podría ahorrar hasta el 10% en combustible, "porque será posible que el motor se apague incluso durante la marcha, cuando el conductor deje de acelerar". 

Nueva generación de sondas lambda de Bosch