La Guardia Civil ha localizado esta semana cerca de Betanzos (A Coruña) un camión con el tacógrafo trucado debido al uso de un imán para anular el sensor de movimiento que registra la actividad del vehículo.

Desde 2006, es obligatorio que los tacógrafos sean digitales. Sin embargo, parece que algunos talleres clandestinos han conseguido manipular estos nuevos sistemas, pese a ser más complejos, según publica La Voz de Galicia. Así, la Benemérita indica que este tipo de fraudes solo son posibles si la personas que los ejecuta tienen un conocimiento en profundidad de estos aparatos.

Pese a la actual normativa, los agentes siguen encontrando en sus inspecciones circuitos electrónicos que alteran el sistema y, aunque en apariencia no se observa ninguna manipulación, los agentes han averiguado que se utilizan mandos a distancia que se disimulan en la cabina del camión para no levantar sospechas.

Con ello, se anulan las señales que transmiten información al tacógrafo digital. Es decir, cada vez que el conductor pulsa el mando a distancia, el registrador refleja que el vehículo está parado y que, por tanto, su conductor está realizando las horas de descanso obligatorias, pese a que en realidad esté en movimiento

Asimismo, este sistema afecta al limitador de velocidad sin que quede registrado cuando supera los 90km/h, con el consiguiente problema de seguridad vial y de competencia desleal.

Este tipo de alteraciones en los tacógrafos conllevan sanciones de 4.000 euros y, además, es considerado un delito de acuerdo con una reciente sentencia dictada por el Tribunal Supremo que condenó a un camionero a seis meses de cárcel por trucar el registrador con un imán y entender que se trata de un delito de falsedad en documento oficial.