"Si hubiera 2.000 profesionales más mañana mismo, tendrían trabajo". En una sola frase resumió Rogelio Cuesta, vicepresidente de Cetraa, la problemática del sector reparador durante la presención de la campaña "FP de Automoción, tu apuesta segura" puesta en marcha por Cetraa para poner solución al problema de la falta de profesionales cualificados. Una problemática que ha llevado a la confederación a buscar profesionales en Guatemala y a intentar captar, a largo plazo, talento joven también aquí en España. "Es muy triste que con cuatro millones de parados tengamos que traer gente de Sudamérica", añadió Cuesta, quien explicó que la falta de motivación y de medios en la FP obliga a que "en el primer curso empiecen 15 y a lo mejor terminen 2. No terminan ni el 50% de los alumnos", puso como ejemplo.

Y es que para Rogelio Cuesta, el Ministerio de Educación tiene gran parte de culpa del problema actual, al menos en lo que a la formación se refiere. Por ello, no solo criticó su ausencia en una convocatoria a la que sí acudieron sindicatos y diferentes organizaciones ("los que estáis aquí demostráis vuestro interés por el sector", defendió), sino también su escasa aportación presupuestaria a la FP de automoción. "No se está invirtiendo en este sector, ni en tecnología, ni formación. Es imposible que salgan jóvenes formados cuando se está trabajando con tecnologías de hace 20 años", recalcó.

Cualquier especialidad

Da igual la especialidad. Quizá en los últimos meses, los chapistas y pintores se demandan más, porque cuando se mueven más de unas empresas a otras buscando mejores condiciones ante la escasez de profesionales. Pero faltan buenos electromecánicos, asesores, mecánicos, etc.

Porque, como alertó Enrique Fontán, "de seguir así, muchos talleres cerrarán en España por la falta de profesionales". "Tenemos poca cantera y mal preparada", dijo Fontán haciendo un símil futbolístico. Pero es solo una de las múltiples causas que explican la escasez de mano de obra cualificada. Las otras dos principales son las jubilaciones, al tener gente que lleva desde los 14 o 16 años trabajando que, tras una vida casi entera dedicada al sector, deja el taller. Y, además, por las bajas laborales que no hay posibilidad de cubrir. Un problema generalizado que, desde Cetraa, quieren poner solución. O, al menos, intentarlo.