Como si fuera una secuencia de acción de cualquier película, pero todo muy real. Un individuo bajo los efectos del alcohol cometió el pasado lunes una peligrosa secuencia de imprudencias que puso en vilo a numerosos conductores, una huida que podría haber terminado en una tragedia de mayores dimensiones. Todo comenzó con el robo de un vehículo directamente de las instalaciones de un taller mecánico, desde el que no tardó en emprender una escapada a toda velocidad.
Así, ya al volante, según informa Cataluña.cat, el escenario de esta temeraria aventura fue la carretera C-37, una vía crucial en la Cataluña central. Las imágenes captadas por otro vehículo muestran la gravedad de sus actos al volante. El conductor infractor invadió el carril contrario en repetidas ocasiones, ignorando la línea continua. Su errático pilotaje provocó una colisión de otro coche que circulaba correctamente, mientras la tensión aumentaba por momentos entre los testigos de la peligrosa conducción.
Dada la conducción, el frenético recorrido del coche robado no podía extenderse indefinidamente por mucho más tiempo. La suerte del conductor se agotó finalmente a la altura del municipio de Manresa. Tras una colisión lateral, perdió el control del automóvil de manera definitiva y el vehículo acabó estrellándose violentamente contra unas barreras de seguridad de la carretera. En ese momento, lejos de asumir las consecuencias de sus actos, el individuo tomó una decisión desesperada: escapar a pie.
Una huida a pie que acabó en detención
Inmediatamente después del choque, el hombre abandonó el vehículo siniestrado en la calzada. Decidió entonces emprender la huida a pie, adentrándose en una zona boscosa cercana, pues pensó que la vegetación le proporcionaría un escondite seguro para eludir a las autoridades. Sin embargo, los Mossos d'Esquadra ya habían recibido el aviso de varios testigos.
De este modo, se desplegó rápidamente un dispositivo de búsqueda por toda la zona para localizar al fugitivo. Los agentes peinaron el bosque con eficacia, cerrando las posibles vías de escape del sospechoso. La operación policial culminó con éxito poco tiempo después, pues el ladrón fue localizado y detenido.
Ya bajo custodia policial, los agentes procedieron a su identificación. Fue entonces cuando la magnitud de sus infracciones salió completamente a la luz. La detención reveló una cadena de delitos graves que iban mucho más allá del robo inicial. Los Mossos sometieron al individuo a la correspondiente prueba de alcoholemia. El resultado fue positivo, confirmando que conducía bajo los efectos del alcohol. Pero las sorpresas para los agentes no terminaron en ese preciso momento. Las comprobaciones posteriores revelaron que el detenido carecía de cualquier tipo de permiso de conducir. Nunca había llegado a obtener la licencia, lo que agravó considerablemente su situación legal.
Delitos graves con penas de prisión
El detenido se enfrenta ahora a un complejo panorama judicial por todos los hechos ocurridos. Será acusado de múltiples delitos graves que conllevan importantes penas de prisión. Entre ellos se encuentran el hurto de uso de vehículo y la conducción temeraria. Además, se le suma el delito de conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas. Por último, se añade la grave infracción de conducir sin haber obtenido nunca el permiso.
Este incidente resalta la importancia de la colaboración ciudadana en estas situaciones. Los avisos de los testigos fueron cruciales para la rápida actuación de los Mossos d'Esquadra. Su intervención evitó que la imprudencia del detenido pudiera causar una desgracia mayor en las carreteras de Manresa.
