Acabando diciembre como estamos, es hora de hacer balance y pedirle al año entrante y, quizá a los Reyes Magos, que un poquito de magia nunca viene mal; que acabe la crisis sanitaria y también nuestros deseos más anhelados para 2022.

Y uno de los deseos más ansiados del sector de la reparación es sin duda que 2022 se convierta, por fin, en el año de la recuperación. Y es que los talleres en 2021 han estado a punto de recuperar las cifras prepandemia y muchos estiman ya que en 2022 las cifras se igualarán. Entre ellos, Ismael Blázquez, técnico de Cesvimap, quien durante este webinar se mostraba optimista al respecto.

El sector hace balance

Tal y como se explicó en el mencionado webinar, el 2021 se ha caracterizado por la falta de semiconductores y la consecuente inestabilidad derivada de la misma; por un aumento de los insumos, por una ruptura de la cadena logística y un aumento de sus costes y también de la demanda del VO en detrimento del VN.

Con los datos en la mano, según Enrique Gómez, socio director de Thot Data, en el acumulado hasta octubre el sector de la reparación ha mejorado con respecto a 2020 pero está el 2,9% por debajo de 2019.

Y si hablamos de volumen de negocio, se prevé acabar el año en 9.800 millones de euros frente a los 10.000 millones de euros de 2019. Estamos casi, pero no estamos.

Buenas vibraciones

Por su parte, José Rodríguez Robayna, miembro del comité ejecutivo de Cetraa, quién es además el gerente y fundador de Talleres Lanzarota S.A., se muestra positivo y entiende que los datos se corresponden con la sensación general.

Así se lo han manifestado los profesionales de la reparación y así lo ha podido comprobar él mismo, en su faceta de empresario: "Afortunadamente yo estoy a tope, a veces incluso agobiado por exceso de trabajo; y creo que eso es lo que suele ocurrir en talleres que tienen una plantilla de cinco o seis trabajadores".

Y haciendo especial hincapié en la importancia de la digitalización y la formación para la recuperación, añade: "Los talleres que se han actualizado por pequeños que sean, incluso en las empresas familiares en las que solo trabajan padre e hijo, han crecido durante este año. Los talleres que no se han actualizado están empezando a caer".

En cuanto a sus previsiones para 2022: si la situación continua así, 2022 sí será el posible año de la recuperación. Pero nunca se sabe... "Con el virus nos podemos llevar una sorpresa", asevera. 

Así lo ha vivido el taller

Para conocer otras impresiones de reparadores y empresarios, Infotaller ha contactado con una breve muestra de talleres. 

Ginés Martínez Martín, jefe del departamento comercial de Guti Motor, taller multimarca de Talavera de la Reina (Toledo), ha contado a Infotaller que 2021 ha sido un año positivo, muy parecido a 2019 dado que su clientela es fiel. En cuanto a 2022, esperan seguir así y, si es posible, crecer un poquito.

Lo mismo ocurre en el caso de Irsa Motor -establecimiento madrileño ubicado en el barrio de Las Ventas y dedicado a la mecánica en general. Concretamente, su gerente Nuria Santorcaz explicó a Infotaller que aunque el primer trimestre de 2021 fue terrible, habiendo sido el peor de los cinco años de vida del negocio, el resto de meses lo compensaron: "A partir de abril de este año cambió la cosa de forma radical. Se empezó a hablar de las vacunas y hemos tenido un año muy bueno, con más beneficios que en el propio 2019". Estiman para 2022 superar la previsión de este año.

Por su parte, Lorenzo Villajos Castellanos, jefe de taller de EVR Motorsport (Alcázar de San Juan, Ciudad Real), dedicado a mecánica en general, electrónica y neumáticos, también tiene motivos para celebrar: "Tanto 2021 como 2020, exceptuando los dos meses que estuvimos cerrados, han sido años muy buenos. En 2021 hemos superado las cifras de 2019".

Un fenómeno que considera tiene que ver con el perfil de su clientela, poseedores de vehículos de gama media-alta, y también con el ahorro de los habitantes del pueblo durante la pandemia: "Como la gente no salía, no gastaba y por lo tanto ha ahorrado y ha priorizado las reparaciones. Sobre todo en el caso de los propietarios de vehículos con menor poder adquisitivo y vehículos de gamas más bajas". Por ese mismo motivo sus augurios para el 2022 son menos optimistas: "La gente ha vuelto a salir a la calle y no va a ahorrar tanto", pronostica.

No obstante... todavía hay miedo a contratar

En opinión de Nuria Álvarez, directora de Relaciones Internacionales y Comunicación de Conepa, como el segundo semestre está siendo más estable que el primero, esto va a permitir que las cifras globales del año mejoren con respecto a las del primer semestre, cerrándose el año, en cuanto a cifra de facturación global, en torno al 3-4% por debajo de 2019. Coincide de este modo con Enrique Gómez, socio director de Thot Data.

Asimismo, Álvarez cree que, como las horas de mano de obra facturadas han caído sobre 2019 por el mayor peso de las operaciones de mecánica rápida, sobre otras que registran mayores tiempos de intervención y dada la incertidumbre tan generalizada que existe, todavía sigue habiendo miedo a ampliar plantillas.

Cetraa, por su parte, achaca ese temor al contexto actual pero también a otras circunstancias como la poca calidad de la formación estatal en algunos centros de formación: "De la formación estatal a veces no salen buenos profesionales porque en algunos centros de formación la cualificación de los docentes no es adecuada. En ocasiones seleccionan a personas que se han sacado la carrera pero que nunca han pisado un taller", manifiesta José Rodríguez Robayna. 

Y el último hándicap que Rodríguez Robayna considera que existe para la contratación son los elevados costes que el empresario de la reparación tiene que asumir para contratar y formar a personal, gastos que se suman a los relativos a equipos y medios de trabajo, como los de diagnosis, que el empresario también tiene que cubrir.