Liqui Moly, especialista alemán en aceites y aditivos, ha cerrado el año 2021 con una producción total de 105.000 toneladas de lubricantes, lo que supone un récord para la enseña, al incrementar el 27% sus cifras del año anterior.
"Por primera vez hemos superado la marca de 100.000 toneladas", ha aseguradoel director gerente Ernst Prost, que añade que "lo que sería un gran rendimiento en cualquier situación, es aún más impresionante en un contexto tan desfavorable".
La falta de materias primas, que no solo causó la contracción de precios, sino que generó verdaderos cuellos de botella; así como los problemas con la logística global, lo que dificultó en igual medida la obtención de las materias primas y el envío de los productos acabados a los clientes, han sido los dos principales obstáculos de una producción, señala Liqui Moly, que tiene que hacer frente a un contexto en el que los tipos de aceite son cada vez más numerosos y difíciles de fabricar.
No solo en los aceites, sino también en los aditivos, la producción ha aumentado este año. En total, se produjeron 16,3 millones de latas con los aditivos para combustible, aceite y líquido refrigerante; lo que supone un aumento del 14% respecto a 2020.
"El hecho de haberlo conseguido se debe a nuestro magnífico equipo, que ha superado los obstáculos con un gran talento para la improvisación y enorme flexibilidad. Y se demuestra que merece la pena invertir continuamente en la modernización de la producción y la logística", concluye Ernst Prost.
