Reparación | Denunciado un taller de Arrecife que carecía de licencia de actividad

La Policía encontró tres vehículos en el interior y comprobó que eliminaba los residuos por el desagüe del baño.

Acumulaba en su interior numerosas piezas de recambio y motores
Acumulaba en su interior numerosas piezas de recambio y motores

Efectivos de la Policía Local de Arrecife (Lanzarote) adscritos a la Unidad de Documentoscopia (UDOC), denunciaron a un taller de reparación de la localidad que ejercía la actividad sin tener las autorizaciones pertinentes, según ha informado el Ayuntamiento de Arrecife en un comunicado.

Los hechos se remontan al pasado mes de mayo cuando los efectivos de la Policía Local del municipio realizaron una inspección en un taller de mecánica de vehículos donde se tenía sospechas de que se pudiera estar realizando la actividad de manera clandestina.

Los agentes comprobaron que el responsable del taller carecía de las autorizaciones administrativas correspondientes para la prestación de la misma, y localizaron en su interior tres vehículos que estaban siendo reparados, así como más de una decena de motores de vehículos, gran cantidad de repuestos y herramientas propias de este tipo de actividad.

Además, el taller tampoco estaba dado de alta en el Registro de Producción y Gestión de Residuos. El propietario del taller utilizaba los diferentes desagües del baño para eliminar los residuos generados por la actividad, “lo que supone un grave riesgo medioambiental”, señalan.

Problemas en el sector

Los talleres ilegales es un problema que continúa a lo largo de 2019 y que desde 2012 hasta el pasado 2018 “ha supuesto unas pérdidas económicas al sector de 3.500 millones de euros”, según las cifras de la Confederación Española de Reparación de Automóviles y Afines (CETRAA).

Los talleres ilegales suponen un problema de competencia desleal, ya que no pagan impuestos ni cotizaciones sociales de sus trabajadores, “ni aplican el 21% del IVA y por lo tanto, no lo ingresan en el erario público”, explican desde CETRAA.

Además, la actividad clandestina también origina un riesgo para la seguridad vial por la dudosa calidad de las reparaciones y de los materiales y recambios utilizados, sin que tampoco den garantía de reparación al consumidor.

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