Diez personas han sido detenidas en Jerez de la Frontera (Cádiz) por su participación en una trama que se dedicaba a usurpar la identidad de clientes de talleres y concesionarios de la zona para después cargarles compras de manera fraudulenta.

Según recoge la prensa local, la banda se habría hecho con los datos de estos clientes aprovechándose de la relación de confianza que uno de sus miembros mantenía con los establecimientos de venta y reparación de vehículos. El individuo trabajaba para una empresa auxiliar de automoción.

La Policía Nacional calcula que el valor de los servicios y bienes que se habría apropiado la banda de manera indebida asciende a más de 100.000 euros. Entre los objetos que adquirían sin conocimiento de los titulares de los medios de pago se encontraban decenas de terminales telefónicos y robots de cocina que después vendían en el mercado negro.

Las víctimas se habrían encontrado inesperadamente con deudas que superaban los 6.000 euros e incluso algunas de ellas habían sido inscritas en registros de morosos. Los agentes descubrieron que todas ellas tenían en común el haber comprado recientemente un vehículo o llevado su coche al taller, motivo por el cual acabaron encontrando a los responsables.

La trama no sólo se aprovechó de los datos de los clientes de estos negocios, sino que también realizaba copias de las llaves de los vehículos a las que tenía acceso para localizarlos después en la vía pública y llevárselos rápidamente a territorio marroquí, antes incluso de que el dueño pudiera interponer una denuncia. Se ha recuperado ya un automóvil y se buscan otros tres.