Como en las semanas previas a las vacaciones de verano o las de Navidad, la Semana Santa es una fecha marcada en rojo en el calendario de los talleres. Y, como todos los años, la llegada de clientes de última hora que, con las prisas, buscan un hueco en algún centro para que ponga a punto el vehículo con el que marchar a descansar unos días lejos de la residencia habitual. En 2023, la tónica se ha vuelto a repetir, solo que con un problema adicional: la antigüedad del parque.

Así lo atestiguan varios testimonios de profesionales de la reparación recogidos por El Faro de Vigo, en este caso, de distintos talleres de Pontevedra, que no solo han tenido sus instalaciones llenas en los días previos a la Semana Santa, sino que también lo harán posteriormente, con clientes que han arriesgado en el viaje sin el automóvil en perfectas condiciones.

“Siempre hay más movimiento por estas fechas, pero de los 23 años que llevo en esto quizá este ha sido el que menos. Yo creo que es un problema de economía en general, que la gente no va al taller hasta que no le queda más remedio”, asegura Toño Varela, gerente de Virmovil, al citado medio, añadiendo que ahora se opta “por irse de viaje sin revisar el coche, con lo que eso conlleva”.

Distintos perfiles de clientes

Eso sí, no es lo mismo un cliente de más de 50 años, al que la experiencia le dice que son fechas complicadas en el sector y que las citas escasean, que un conductor joven, que apura al último momento o acude cuando se le produce algún contratiempo o iluminación de algún testigo en el salpicadero. En el caso concreto de la ciudad de Pontevedra, el uso del coche es un tanto especial, porque el modelo urbano hace que se utilice muy poco y que “en muchas ocasiones los coches están parados en los garajes y cuando los van a coger se los encuentran sin batería después de un mes sin utilizarlos”, añade este gerente.

Además, en los últimos meses se está intensificando el problema del crecimiento de la edad media del parque móvil, a lo que no ayuda la indecisión de los compradores sobre qué comprar, en caso de tener posibilidades de ello. De ahí que, añaden desde el taller, "apuran los que tienen y, por motivos económicos, tampoco los llevan al taller hasta que ya están en muy mal estado”.

Por último, en este taller también han registrado un aumento de clientes en las dos últimas semanas y “ya tenemos la agenda completa para la que viene”. Aún así reconocen que el nivel de trabajo aumentó este año como siempre previamente a la Semana Santa para viajar “pero no exageradamente”. En la misma línea se manifiestan desde Talleres El Marco, que llevan dos semanas completos en citas y que la posterior a la Semana Santa ya está llena.