Neumáticos | ¿Sabías que… se fabrican bolardos de caucho reciclado procedente de NFU?

La campaña divulgativa de TNU se centra en las innovadoras aplicaciones y las ventajas medioambientales que ofrece el reciclaje de los neumáticos fuera de uso.

La reutilización del caucho dota a los bolardos de ventajas medioambientales y económicas
La reutilización del caucho dota a los bolardos de ventajas medioambientales y económicas

Como parte de su campaña divulgativa ¿Sabías que…? Tratamiento de Neumáticos Usados (TNU) explica cómo la aplicación del caucho reciclado procedente de neumáticos fuera de uso como materia prima de fabricación está permitiendo desarrollar productos sostenibles, de gran valor medioambiental y económicamente viables. Es, por ejemplo, el caso de los bolardos de seguridad ecológicos, fabricados a partir del caucho reciclado procedente de neumáticos fuera de uso. Un bolardo es un poste vertical firme, que se coloca estratégicamente en calles, parkings o almacenes para impedir el paso de vehículos y asegurar que las personas o instalaciones no sufran daños en caso de impacto. Actúan como elementos de seguridad y señalización vial en islotes, pasos de peatones, contenedores, aceras, rampas de minusválidos, zonas de aparcamiento, etcétera.

Un bolardo, con 18 kilos de caucho

Cada uno de estos bolardos está compuesto al 80% de caucho de neumáticos fuera de uso, debidamente tratado para tal fin, e integran un núcleo de acero empotrado, llegando a utilizarse en la fabricación de un bolardo de 18 kilos el caucho equivalente que compone 3 neumáticos. Traducido en ahorro ecológico, supone dejar de generar un residuo equivalente a 31,50 litros de petróleo y dejar de emitir el equivalente a 98,55 kilos de CO2 al medio ambiente.

La rigidez y flexibilidad del caucho ofrece una firme barrera de protección por su gran capacidad de absorción de energía y resistencia a la intemperie, que en el caso de los bolardos se traduce en una protección duradera y eco sostenible frente a impactos, minimizando posibles daños a peatones, ciclistas, motoristas, vehículos o mobiliario urbano. Por tanto, las propiedades elásticas del caucho contribuyen en la mejora de la seguridad vial y, en caso de accidente, el impacto es cuatro veces menor que contra un bolardo de acero. A nivel práctico, también reducen el rayado de los vehículos en caso de roces y el daño en los parachoques, en caso de colisión. Por tanto, la reutilización del caucho procedente de neumáticos fuera de uso dota a los bolardos de evidentes ventajas medioambientales, amén de una importante reducción de costes.

De residuo a recurso

Cada año se desechan gran cantidad de neumáticos fuera de uso, que el reciclado hace que pasen de ser residuo a recurso. De esta forma, los materiales que lo integran cobran una segunda vida y un nuevo comienzo y contribuyen en la construcción de un futuro sostenible en el marco de la economía circular. En la actualidad, los nuevos usos del neumático reciclado son muchísimos y, en caso de no poder renovarse, van a plantas de reciclado, donde se extraen y separan sus distintos componentes (caucho, fibra textil y acero) que se reutilizan para una lista inacabable de nuevos usos.

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