Javier de Jesús, director general de TNU, uno de dos sistemas integrados de gestión para el NFU existentes en España, hace balance del año y desmenuza la influencia de los cambios normativos en la evolución de la actividad relacionada con el proceso de recogida y utilización de estos residuos.

- ¿Cómo termina el año 2021 respecto a recogida de los neumáticos fuera de uso gestionada por TNU?
La diferencia entre el volumen declarado y el volumen recogido se ha reducido mucho gracias a las modificaciones que introdujo el Real Decreto 731/2020. Principalmente, porque el Registro Nacional de Productores ha regulado y cerrado posibilidades de fraude y por el hecho de que los CAT hayan trasladado su responsabilidad sobre los NFU bien a los sistemas integrados de gestión o lo hagan de forman individual. Además, la inclusión de los neumáticos mayores de 1.400 mm. ha evitado una serie de prácticas sobre cubiertas fuera de uso que no se gestionaban adecuadamente.
En TNU vamos a estar muy cerca del volumen declarado del volumen recogido. También hay que mencionar como causa que ese Real Decreto añadía a la responsabilidad de los sistemas de gestión, aparte del volumen declarado por los productores de primera puesta, la preparación para la reutilización que hacen nuestros gestores del ejercicio inmediatamente anterior. Eso ayuda a cuadrar el volumen declarado y el recogido, porque pasa a ser parte de nuestra responsabilidad, aunque no tenga un aporte económico detrás.

- ¿Cómo va a influir la futura Ley de Residuos, cuando sea finalmente aprobada?
El borrador que he visto y que llegó al Parlamento ha tenido muchas enmiendas, pero básicamente es una trasposición de directiva europea de 2018, que lo que introduce sobre todo es mucho más control de los sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor, mucho mayor calidad en la información, trazabilidad, auditoría, etc.
Desde siempre nosotros sometemos a auditorías externas a todos nuestros productores, que hacen una declaración anual. El auditor se limita a verificar si lo que ha declarado es correcto o no. Si hay desviaciones o anormalidades, se lo comunicamos al productor, que tiene un plazo para corregirlas y de no hacerlo lo ponemos en conocimiento de la administración. Todo lo relativo al control e inspección de los productores ya lo venimos haciendo. También sometemos a auditoría que todo lo que ingresamos se invierte y gasta en gestión de los NFU y los residuos. Si con la nueva Ley hay algo que tenemos que mejorar, como la calidad de los datos, o la trazabilidad de la gestión, lo haremos.

- ¿Algún aspecto más a destacar en esa futura normativa?
Sí, dos cambios muy interesantes. Primero, la nueva definición de productor. Uno de los flujos de fraude que todavía no ha quedado resuelto es la venta online. En la nueva Ley de Residuos, si no la modifican, toda empresa que ponga productos en España (no sólo neumáticos), tiene obligación de tener una representante legal en España en aras del cumplimiento de medidas tributarias, ambientales, etc. Si una empresa comercializa neumáticos a través de una herramienta digital y no cuenta con esa representación legal, es la propia herramienta digital la que asume de forma subsidiaria la responsabilidad del producto. Lo convierte así en el productor y se preocupará de que quien las utilice haga un estricto cumplimiento de las normas. En el caso de plataformas de venta online a usuarios o a talleres, son simples vehículos de transmisión que ponen en contacto a dos partes, pero no facturan.
Otra modificación es la prohibición de destrucción de productos obsoletos no caducados. Habrá que venderlos con descuento, o donarlos, pero no podrán terminar en un vertedero o en una planta cementera. Eso encaminado a una economía circular, me parece interesantísimo. He sido testigo de neumáticos que se han quedado en las estanterías y yo los he visto destruir. Y no les pasaba nada. Simplemente que había quedado obsoleto para el fabricante o el distribuidor. Ahora no será posible. En el caso del neumático, que no existe fecha de caducidad, no se podrá destruir.

¿Qué destino han tenido los NFU recogidos por TNU en 2021?
Tratamos de dar cumplimiento a los objetivos del PEMAR (Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos). Y digo tratamos porque es muy complicado. Uno de los cambios recogidos en el R.D. 731 es la imposibilidad de que un taller haga una clasificación del residuo y pueda separar los neumáticos que son aptos para seguir rodando de los que no lo son. Eso es lo que dice la ley. Otra cosa es que se haga. Históricamente, el taller siempre ha hecho una selección. Los que considera aptos van a una estantería y los vende. Esta capacitación sólo la tiene el gestor, que tiene que certificar cada uno de esos neumáticos para seguir rodando. 
El taller, con la norma en la mano no lo puede hacer, pero estoy convencido de que mientras no haya inspecciones y control lo seguirá haciendo. La introducción y aplicación efectiva de este cambio nos permitirá cumplir con los objetivos de reutilización que nos exige el PEMAR, ya que si la clasificación la hace el taller, todo lo que recogemos es residuo y no se puede lograr ese objetivo ambicioso del 15% del total recogido.

- ¿Y el recauchutado?
En el caso del recauchutado, paso algo similar. Hay más de veinte empresas en España que se dedican al recauchutado, con una capacidad enorme, pero no siempre encuentran la demanda necesaria para la venta de este tipo de productos. Quien tiene que dar un paso al frente y tener una actitud proactiva en favor del recauchutado es la Administración. Debería existir alguna obligatoriedad de uso de producto reciclado a partir de un residuo en los vehículos del parque de titularidad pública o para uso de servicios públicos, como ya ocurre por ejemplo en Italia. Eso sería fundamental para alcanzar los objetivos de reutilización.

- ¿Ocurre lo mismo con los diferentes usos de valoración de los neumáticos fuera de uso?
Sí. Tanto TNU como Signus generamos un gran volumen en granos y polvo de caucho. La realidad es que después la implantación de esos productos debería tener mayor demanda pública para la realización de carreteras u otros destinos. Al final, lo que se hace es exportar gran cantidad de granos de caucho porque no existe demanda en España. Y los objetivos de valorización están en el 45% del total de las toneladas recogidas. Los sistemas de gestión no tenemos capacidad de generar mercado o crear demanda.
Y respecto a la valoración energética, hay grandes demandantes de neumáticos triturados para este uso, pero lo tenemos limitado por ley. Así que fijar unos objetivos sin tener en cuenta la realidad del mercado no encaja. En este caso, falta voluntad política.

- ¿Hay más talleres adheridos a TNU que en años anteriores?
El número de talleres adheridos a TNU ha crecido porque ha aumentado la responsabilidad del sistema, sobre todo en 2021, pero más menos los repartos están hechos desde hace muchos años, cuando se crearon los sistemas integrados de gestión. Los talleres, que son soberanos, se posicionaron y eligieron sistema. Se adecuaron los volúmenes y el número de talleres por comunidades autónomas y por provincias a la responsabilidad de cada uno de los sistemas.
Hemos aumentado en número de puntos generadores. Lo que complicó la gestión del año 2020 fue adaptarnos a una temporalidad distinta a la de cualquier ejercicio habitual por la pandemia, el confinamiento y las restricciones. Las plantas se mantuvieron funcionando (nos declararon servicio esencial) pero hubo una gran caída de ingresos. Tuvimos mayor recogida que declaración pero no hubo grandes problemas de servicio. Este año 2021 ha sido más previsible el comportamiento.

- ¿Se va a modificar el método para calcular las tarifas del Ecovalor que aplica TNU?
No vamos a cambiar el método de cálculo de las tarifas. Entendemos que debemos mantener la categorización de los neumáticos fuera de uso que nos pidió el Ministerio con la aprobación del Real Decreto 731 y ajustarnos a unos pesos medios por categoría. Se lo tenemos que poner fácil a nuestros productores, hacerlo del mismo modo que nos están declarando mes a mes durante todo el ejercicio. Lo que sí hemos hecho es ecomodular algunas de esas categorías reduciendo el horquillado para que el pago sea más justo.