Los vehículos eléctricos e híbridos son más pesados que los automóviles convencionales por las baterías que utilizan, por lo que los neumáticos ejercen una mayor fricción en la carretera, aunque apenas sea audible para los ocupantes. Por este motivo, Continental ha desarrollado unas cubiertas pensadas para este tipo de vehículos (coches, autobuses y camiones), con una muy baja resistencia a la rodadura.

Para compensar el peso adicional, la firma ha aumentado la capacidad de carga de la carcasa del neumático, como se indica en la mayoría de los neumáticos con el símbolo XL (extra load) ubicado en el flanco.

"Esto también se observa por el mayor índice de carga de los neumáticos", explica Andreas Schlenke, ingeniero de desarrollo de neumáticos en Continental. Asimismo, añade que se han puesto en marcha movimientos dentro de la industria para estandarizar neumáticos con capacidades de carga aún más altas, que probablemente se asocie con el símbolo ‘XL+’.

La compañía apunta que mantener el desgaste causado por los altos niveles de torsión requiere modificaciones tanto en el diseño del patrón de la banda de rodadura y la pared lateral como en el compuesto de la misma, así como mantener el peso total al mínimo. Todas estas medidas deben coordinarse, indican desde Continental, para garantizar que estos neumáticos conserven sus propiedades de manejo.

Además, el ruido de los neumáticos por carretera se puede reducir añadiendo una espuma en la parte interior del neumático, tecnología que la enseña denomina ContiSilent©.

Por otro lado, la marca subraya que también fabrica neumáticos para vehículos comerciales que se adaptan a las necesidades de la movilidad eléctrica, como el Conti Urban HA3 para autobuses de servicio urbano en líneas eléctricas o el SportContact 5P, dirigido a automóviles eléctricos más deportivos, como el Tesla Model S.