Los coches se comunican a través de su instrumentación. Si el testigo de la batería se queda encendido de forma continua, como cualquier otro de los símbolos que aparecen en el tablero, es señal de que algo falla en el coche.

Aunque muchos conductores opten por ignorarlas, las luces de advertencia no deben ser desatendidas, y menos cuando se trata de la batería. Es importante recordar que este dispositivo es el corazón del vehículo, encargándose de suministrar la energía eléctrica necesaria para alimentar los sistemas de seguridad, eficiencia y confort.         

Si hay un fallo en la batería, los elementos eléctricos que componen el coche pueden dejar de funcionar, y, eventualmente, es posible que el vehículo no logre ni arrancar.

Por ello, cuando hay un problema con la carga, la recomendación pasa por no ignorar el aviso y no aventurarse a seguir la marcha. De hecho, lo más aconsejable es dirigirse directamente a un taller de confianza para averiguar el origen del problema.

El testigo de la batería puede haberse encendido por diferentes motivos:

• Posible fallo en la batería: una acumulación de corrosión en los terminales de la batería, una ruptura interna, o acumulación de sedimento pueden ser el origen del problema. Pero debemos también considerar que la batería es una pieza que está sometida a temperaturas extremas, lo que hace que pierda capacidad de rendimiento, sobre todo en el invierno y verano.
  
  
• Batería llegando al final de su vida: es importante tener en cuenta que la batería es una pieza de recambio, igual que los neumáticos o las pastillas de freno. La vida útil de estas piezas puede variar según el estilo de conducción y, en el caso de las baterías, no puede ser determinada con una inspección visual. Por lo tanto, si la batería tiene varios años, es muy probable que la luz indique que debe ser sustituida, pero esto solo lo puede determinar un mecánico.
  
  
• Descarga profunda: una descarga profunda, causada, por ejemplo, por un consumidor electrónico defectuoso, también puede ser la raíz del problema. En este caso, incluso si la batería se recarga, es posible que no recupere su rendimiento completo.
  
• Problemas de conexión: también es frecuente que los cables que conectan la batería estén sueltos o presenten corrosión. Aquí, es importante comprobar que se encuentran limpios y bien conectados.      
  
  
• Problemas con el alternador: el alternador es el dispositivo que recarga y mantiene la carga de la batería. Es también posible que este se haya dañado debido al contacto con fugas de aceite o anticongelante, o que haya algún problema con la correa.

Para hacer una correcta evaluación del problema, desde Varta recomiendan que se acuda a un taller especializado y de confianza para que un profesional pueda hacerse cargo de la situación. Solo un experto puede hacer un diagnóstico del problema con total seguridad y decidir si hay que hacer una reparación o reemplazar la batería por una nueva.

Y como la prevención es clave para evitar averías y problemas más graves, también quiere recordar la importancia de hacer una revisión periódica a la batería. Los talleres adheridos al Programa de Comprobación gratuita de baterías Varta ofrecen una revisión gratuita que puede evitar futuros contratiempos.