El convertidor de par es un elemento que puede sufrir distintos tipos de problemas. Para diagnosticarlo se pueden hacer una serie de pruebas que confirmen si hay o no una avería, según publica TCmatic en un post que publica en su blog.

Así, tras encender el motor y dejar que se caliente cinco minutos, se pisa suavemente el acelerador un par de veces y se observa si se producen ruidos extraños. Cuando esté inactivo, se pisa con firmeza el freno y se mueve la transmisión a través de todos los engranajes, incluida la marcha atrás para comprobar si falla algo.

Además, es conveniente hacer una prueba en carretera para ver la oscilación del cuentarrevoluciones y la vibración del vehículo entre 1.500 y 1.800 rpm.

Por otro lado, las causas que desembocan en estas averías suelen ser las mismas. Así, en primer lugar, al montar y desmontar el motor o la caja de cambios automática, es posible que el convertidor no se coloque correctamente y se deje desencajadas las chavetas.

A esto se añade el hecho de que el vehículo exceda su capacidad de remolque un largo tiempo y esto ocasione daños en el convertidor de par, así como que los componentes internos estén viejos o desgastados.

Si los convertidores se desgastan, las paletas se doblan y esto conlleva cambios lentos o fallos en la conducción, como que el motor acelere más de lo normal. El problema desaparece cuando el sistema comienza a calentarse.

Por otro lado, cabe recordar que una avería en el convertidor de par puede enmascararse como otros problemas y que saber verificar las señales de advertencia permite resolverlas antes de que causen grandes averías.