Tras el último estudio independiente del mercado de aceites industriales que se consumen en España, realizado a principios de esta año por la consultora PwC sobre datos de 2020, el porcentaje que representan los aceites comercializados por las empresas adheridas a Sistema de gestión de aceites industriales usados en España (Sigaus) fue del 85,86%, una tasa que supera en el 1,65% a la del año anterior. Este incremento de peso relativo se produjo en un contexto de fuertes caídas en el mercado total, que menguó el 12,9% respecto a 2019, bajando por primera vez de las 400.000 toneladas (397.074), debido al efecto de la pandemia.
Como sistema integrado de gestión (SIG) mayoritario, Sigaus asume voluntariamente un porcentaje adicional relativo al volumen de lubricantes comercializado por “free riders”, fabricantes no identificados y que se considera como una “bolsa de fraude", que se ha reducido en seis décimas desde el estudio anterior y supone el 2,21% adicional.
De esta forma, durante 2021, Sigaus se responsabiliza, financiando su gestión, del 88,07% del aceite usado generado en España y sometido a responsabilidad ampliada del productor (RAP).
121.000 toneladas
Por otra parte, según los Informes Oficiales 2020 remitidos al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miterd) y a los organismos competentes de las diferentes Comunidades Autónomas, Sigaus trató el año pasado 121.000 toneladas de aceite usado. El informe señala que la crisis sanitaria y económica provocó un acusado descenso en las ventas de aceites lubricantes el pasado año, ya que las cerca de 265.000 toneladas comercializadas en el mercado supusieron una caída del 11,3% con respecto a las de 2019.
A pesar de tratarse del mínimo histórico de volumen adherido, Sigaus continuó contribuyendo a la economía circular atendiendo a más de 67.000 establecimientos productores, repartidos en 4.816 municipios de toda nuestra geografía. En conjunto, en todos ellos se recuperaron 147.000 toneladas brutas de residuo a través de 162.000 operaciones de recogida, que pudieron llevarse a cabo gracias a la amplia red de gestión de Sigaus, que abarca todo el territorio, tanto peninsular como insular y las ciudades autónomas.
Tras descontar agua e impropios, el 100% del residuo resultante (121.000 toneladas) fue sometido a distintos tipos de tratamiento para su aprovechamiento como nuevos productos. Más de 88.000 toneladas se destinaron a regeneración, el tratamiento circular por excelencia, lo que permitió producir más de 55.000 toneladas de nuevos lubricantes, evitando la emisión de casi 59.000 toneladas de CO2 y la utilización de 26 millones de barriles de petróleo.
