Electromecánica | ¿Puede ser el calcio el nuevo componente esencial para las baterías de los eléctricos?

Los dispositivos de iones de litio podrían pasar a un segundo plano gracias a las investigaciones con nuevos materiales.

El precio de las baterías de iones ha descendido casi el 80% en los últimos ocho años
El precio de las baterías de iones ha descendido casi el 80% en los últimos ocho años

La gran demanda de baterías de iones de litio ante la llegada de los coches eléctricos ha hecho que los investigadores busquen otras opciones que no necesiten materiales tan complejos de procesar y extraer. Entre estas posibilidades se encuentran las baterías en estado sólido pero tardarán años en ser viables en el mercado.

Ante esta perspectiva, un proyecto de la Universidad de Córdoba ha demostrado la capacidad del calcio en el funcionamiento de una batería recargable en este tipo de vehículos, según publica Motor Pasión.

Así, el estudio de la intercalación del calcio con el óxido de molibdeno ha permitido ver las reacciones entre los componentes de la batería cuando los ánodos son de calcio y los cátodos son de óxido de molibdeno e intercambian iones y electrones para generar energía eléctrica.

No obstante, para que estas baterías de calcio puedan comercializarse, se debe mejorar la composición de la disolución electrolítica con sales y disolventes en una proporción óptima para que el calcio pueda intercalarse mejor.

El calcio, según estos investigadores, es más abundante y seguro que el litio; además podría hacer que las baterías tuvieran más capacidad. Con ello, se podría entrar en el campo de las llamadas baterías 'post-litio' (sodio, magnesio, calcio o aluminio).

Pero los avances más importantes se han conseguido, de momentos, con el sodio. Así, en la Universidad de Standford han creado una batería de sodio que puede ofrecer un almacenamiento mucho más rentable que el litio y que supone una reducción de costes del 80%.

Por otro lado, el precio de las baterías de iones ha descendido casi el 80% en los últimos ocho años, aunque su densidad de energía ha mejorado en torno el 5-7% por año, lo cual permite mayor autonomía.

Sin embargo, el problema del origen y la extracción de este mineral ha pasado a ser estratégico. En Europa hay reservas sólidas de litio en Portugal, República Checa y los países nórdicos pero hay que enviarlas a China para que sean refinadas. Es decir, se pasa de depender del petróleo y el gas al litio, el cobalto o el cobre.

Asimismo, la UE no ha establecido políticas efectivas que eviten los abusos de los derechos humanos en países proveedores en África y Asia, donde no se respetan los derechos humanos, hay un grave impacto medioambiental y la economía local de esos países queda afectada.

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