Desde comienzos de 2018, Bosch ha conseguido pedidos en electromovilidad por valor de unos 13.000 millones de euros, incluyendo proyectos de producción de propulsión eléctrica a batería para turismos y vehículos comerciales ligeros.

Además, la firma se está dedicando al “desarrollo de soluciones de movilidad que no tengan un impacto apreciable en el calentamiento global y la calidad del aire", explica Volkmar Denner, presidente del consejo de administración de la enseña. Así, cada año, la compañía invierte unos 400 millones de euros en movilidad libre de emisiones.

Sin embargo, la empresa subraya que en 2030 tres cuartas partes de los vehículos nuevos seguirán teniendo un motor convencional, algunos de ellos con la ayuda eléctrica de un sistema de 48 voltios o de una hibridación enchufable.

Por ello, Bosch está haciendo que no solo el motor diésel, sino también el de gasolina, sean más eficientes. De esta forma, su progreso más reciente utiliza modificaciones en el motor y un tratamiento de gases de escape para reducir las emisiones de partículas de los motores de gasolina a un nivel hasta el 70% por debajo del estándar Euro 6d, incluso bajo condiciones reales de conducción.

Además, quiere minimizar las emisiones de partículas procedentes de la frenada. Los desarrollos en este campo incluyen el iDisc, que genera solo el 10% del polvo de freno producido por un disco convencional, así como el sistema de frenada regenerativa, que puede reducir el polvo en más del 95% en vehículos eléctricos.

En lo que se refiere a la conducción autónoma, Bosch indica que experimentará este año un crecimiento del 12% y unas ventas de 2.000 millones de euros. Asimismo, apunta que para los próximos niveles de este tipo de conducción, invertirá 4.000 millones de euros hasta 2022.

De momento, para el mercado asiático y estadounidense, está desarrollando sistemas de nivel 2, que permite a los conductores retirar las manos del volante cuando circulan por autopistas.

Asimismo, en Alemania, a Bosch y Daimler se les ha otorgado recientemente la primera aprobación del mundo para un sistema de nivel 4 para el servicio de aparcamiento automatizado (Automated Valet Parking) en el parking del Museo Mercedes-Benz en Stuttgart. Para finales de 2021, se espera que una docena de otros aparcamientos estén equipados con ella.