Las emisiones de CO2 de los vehículos matriculados en Europa se situaron en los 121,8 gramos por kilómetro durante el año pasado, lo que supone un incremento de 1,3 gramos con respecto a 2018, siendo el registro más alto desde que en 2014 se obtuviese una media de 123,3 gramos de dióxido de carbono, según ha señalado Jato Dynamics.

Además, Felipe Muñoz, analista global de Jato Dynamics, ha manifestado que "no anticipamos ningún cambio en esta tendencia a medio plazo. Estos resultados resaltan la necesidad de la industria de adoptar vehículos eléctricos como un camino rápido para alcanzar los objetivos de emisiones". 

En el caso de España, las emisiones se incrementaron una media del 2% durante el pasado año, alcanzando los 120,6 gramos por kilómetro. En cuanto a las marcas más vendidas en el país que lograron acercarse a los objetivos impuestos desde la Unión Europea, Toyota se impone como el fabricante que ha logrado reducir sus emisiones a los 97,5% gramos por kilómetro, frente a la elevada cifra de Mercedes-Benz (140,9%).

Entre las razones que apuntan a este incremento de las emisiones, los expertos coinciden en la "todocaminizacion" del sector, y el detrimento del diésel a favor de la gasolina, pese a que produce más dióxido de carbono que los diésel de última generación.