La venta de turismos se reducirá alrededor del 40% (hasta los 765.000) este año, según han explicado desde BBVA Research durante el webinar organizado por Faconauto, como consecuencia del confinamiento, las restricciones de apertura de los concesionarios, el incremento de la incertidumbre, la caída de la actividad económica y la reducción de la riqueza de las familias por la crisis sanitaria.
Asimismo, desde el sector se añade que pese a que el precio relativo de los carburantes y los costes de financiación jugarán a favor, es posible que las matriculaciones se sitúen por debajo de las 700.000 unidades si el escenario se deteriora.
Sin embargo, las estimaciones más positivas contemplan que se pudieran superar las 870.000 unidades vendidas si la incertidumbre desciende más de lo esperado en el segundo semestre de este año. Además, en 2021, la recuperación económica y el descenso de la incertidumbre previstas podrían impulsar el mercado y rebasar el millón de unidades. No obstante, se situarían aún el 9% por debajo de las cifras de 2019.
Los expertos señalan que las ventas disminuyeron el 14,5% interanual hasta el 13 de marzo, pero estas cifras se dispararon hasta el 93,5% entre el 14 y el 31 de marzo. En abril el retroceso llegó al 96,5% y en mayo se anticipa un nuevo descenso.
Por regiones, toda España se ha visto afectada, aunque el desplome lo encabezan Baleares y Cantabria, donde se rozó el 100% interanual (-99,4% y -99,5%), seguidas del País Vasco, Andalucía, Murcia, Castilla y León y Castilla la Mancha (98%).
En cuanto a canales, segmentos y motorizaciones, los clientes particulares disminuyeron las adquisiciones el 98,2% en abril. Por su lado, las ventas de automóviles de gasolina cayeron el 96,7% y las de vehículos electrificados, el 96%.
Las estimaciones de BBVA Research indican que si no se hubiera producido la pandemia, se habrían matriculado unos 230.000 turismos entre marzo y abril. Asimismo, subrayan que los países como España donde se han sufrido más restricciones económicas son los más afectados. A esto se suma la previsible contracción de la demanda, incluso con el repunte de la movilidad privada que se prevé.
Por otro lado, desde la industria automovilística señalan que los cambios que está registrando la sociedad con motivo de la pandemia arrojan dudas sobre cómo será el futuro del sector. La incertidumbre sobre las previsiones de ventas es muy elevada “y no solo por el desconocimiento sobre la evolución de las condiciones sanitarias y económicas”, apuntan desde Faconauto.
“El cambio en los hábitos de consumo, el avance del comercio electrónico y el teletrabajo reducen las necesidades de desplazamiento. Esto podría repercutir sobre la demanda de automóviles si estas tendencias se consolidan”, subraya la patronal. Sin embargo, señalan los empresarios, el distanciamiento social, como consecuencia del temor al contagio, reducirá el uso del transporte público, al menos a corto plazo, lo cual podría impulsar la movilidad privada.
