Los coches híbridos o eléctricos suponen a día de hoy, todavía, una gran fuente de desconocimiento para muchos usuarios. Sin embargo, aunque puedan enumerarse muchas diferencias con respecto a los coches diésel o gasolina, lo cierto es que el tema de la limpieza no es una de ellas ni debe preocuparnos especialmente.

Lavar el coche en puentes, túneles o centros de lavado a presión no dañará el sistema eléctrico, ni la batería del automóvil. Tal y como nos cuentan desde Istobal, son prácticamente las mismas consideraciones las que deben tenerse en cuenta para introducir el vehículo en un equipo de lavado automático y garantizar las máximas garantías.

Si optamos por los túneles de lavado, es importante que el coche se mantenga encendido, sin el freno de mano activo y con la posición N marcada. Por ello es importante contar con suficiente batería, para poder mantener encendido el motor eléctrico. Al igual que en cualquier otro vehículo, es aconsejable desactivar los limpiaparabrisas automáticos, recoger los espejos retrovisores y quitar la antena.

En el caso de los puentes de lavado o los centros de presión, es aconsejable que el motor esté apagado y el freno de mano puesto. En los centros de presión, además es importante que el producto de limpieza no se seque sobre el automóvil quitando brillos o produciendo desperfectos en determinadas zonas. Para ello, lo importante es escoger la pistola adecuada y pulverizar el vehículo manteniendo una distancia de 30 centímetros.