Los colores claros, fundamentalmente el blanco, son los preferidos en todo el mundo. Y no parece que esta tendencia vaya a cambiar en los próximos años; antes bien, se incrementará debido a las innovaciones tecnológicas.

Pero, ¿son el blanco o el gris colores más tecnológicos que el rojo o el verde? No exactamente, pero sí ofrecen ciertas ventajas a los modernos sistemas de conducción autónoma, según explica al blog de CertifiedFirst David Bem, vicepresidente de Ciencia y Tecnología y director de Tecnología de PPG.

La clave está en los sensores LIDAR que incorporan los sistemas de conducción autónoma y permiten determinar la distancia desde el vehículo a otro objeto o superficie mediante un haz láser pulsado. Para que estos sistemas funcionen correctamente, es imprescindible que los sensores reciban la información de forma legible e inequívoca.

Teniendo en cuenta que el funcionamiento de esta tecnología está relacionado con una longitud de onda, el color juega un papel importante. Así, la pintura negra puede ocasionar problemas ya que no refleja la suficiente luz. Y en el extremo opuesto, un color demasiado brillante tampoco es recomendable ya que  podría cegar a los sensores.

Con todo ello, los estudios y pruebas efectuados hasta la fecha muestran que el color más adecuado para un coche autónomo debe ser altamente reflectante, es decir, un color claro como el blanco o el gris perla.

El color, pues, será un aspecto aún más importante de cara a la seguridad vial. En un entorno futuro en el que circulará un gran número de vehículos autónomos, elegir el color adecuado podría ser clave para evitar accidentes y golpes de chapa.

En este sentido, PPG ha desarrollado un revestimiento destinado a gestionar mejor la reflectividad de longitudes de onda de luz específicas, de cara a que el rojo, el azul y el verde billar no caigan en el olvido. Aun así, los talleres de chapa y pintura deberán seguir contando con una buena provisión de pintura blanca y gris perla.