La crisis del coronavirus ha provocado una caída de la movilidad, lo que se traduce en millones de coches aparcados en las calles o garajes que pueden verse más expuestos a daños en la carrocería. Lo ideal es que durante el tiempo de confinamiento, el coche se mantuviera limpio y cubierto para evitar así posibles rozaduras o daños en la pintura, pero en la mayoría de los casos esto no es posible, lo que también puede convertirse en oportunidades para el taller una vez recuperada la normalidad.

Los profesionales de CertifiedFirst explican algunas consideraciones que el conductor debe tener en cuenta si su vehículo permanece aparcado en el exterior. En caso de encontrarse al sol también se recomienda que pueda ser cubierto para proteger la pintura y carrocería; y de ser posible, evitar dejarlo debajo de un árbol. En la parte mecánica, se aconseja desconectar la batería si se puede y prestar atención a los neumáticos.

Tras la vuelta a la normalidad, es importante que el vehículo se examine para comprobar que no ha sufrido ningún desperfecto y lavarlo para retirar toda la suciedad acumulada, poniendo especial atención en los excrementos de pájaro, que suelen resultar muy corrosivos con la pintura.

En referencia a la parte mecánica, habrá que comprobar el estado de la batería y la presión de los neumáticos. También debe verificarse que no se hayan producido fugas y revisar el nivel de los líquidos, así como el correcto funcionamiento de los dispositivos electrónicos.

A la hora de desinfectar el coche, se recomienda ponerlo en manos de los profesionales de un taller para que dejen el coche a punto y libre de virus y bacterias. En cuanto a la limpieza exterior, recuerda emplear productos que no dañen la pintura y priorizar aquellas zonas que se tocan con más frecuencia como los tiradores de la puerta, los retrovisores, el salpicadero, cinturones, palanca de cambios, etc. Para realizar la limpieza del interior, deben emplearse productos desinfectantes específicos para cada material, como telas, metales, plásticos...

CertifiedFirst recomienda no usar peróxido de hidrógeno, ya que puede dañar la superficies, y tampoco aplicar soluciones con amonio en las pantallas táctiles.