La pintura base agua para coches es el tipo de sistema de pintado más extendido en Europa hoy en día, debido a la normativa vigente sobre la limitación de emisiones VOC. Este tipo de pintura presenta algunas diferencias con respecto a sistemas de pintado con base disolvente y conocerlas permitirá sacar el máximo partido, optimizando su aplicación y rentabilidad final.

La pintura al agua, que solo está disponible para sistemas de pintado bicapa, se tiene que diluir con agua tratada o con un producto acuoso para ajustar su viscosidad. El sistema de pintura base agua comenzó emplearse de forma masiva a partir de 2006, coincidiendo con la aprobación a nivel europeo de la nueva normativa de emisiones VOC. Sin embargo, en otros continentes, como América o Asia, este tipo de pintura puede convivir con la base disolvente. Desde Sinnek Academy han querido ofrecer un contenido técnico sobre la pintura base agua, sus ventajas y consejos de aplicación:

Ventajas de uso

Los sistemas de pintura base agua para carrocería presentan diversas ventajas, entre las que destacan el mayor poder de cubrición que aporta a la superficie reparada, lo que se traduce en menor consumo de producto y tiempo de aplicación (menos pasadas, menor tiempo de reparación), permitiendo optimizar la rentabilidad de cada trabajo. Esto se debe principalmente a que cuentan, a priori, con mayor viscosidad en la mezcla, aunque este factor dependerá de la concentración de pigmentos y de la formulación de la pintura. Hay que tener en cuenta que el color obtenido tras el secado de pinturas de base acuosa será diferente al color obtenido cuando la pintura todavía está húmeda, algo que no se aprecia tanto en pinturas de base disolvente, cuyo color es más homogéneo durante el secado.

Por otra parte, se trata de una pintura más sostenible y respetuosa con el medio ambiente y con la salud del profesional. Este tipo de recubrimientos cuenta con una menor concentración de compuestos orgánicos volátiles, lo que reduce la emisión de gases y vapores al medio ambiente. Además, su proceso de fabricación limita la generación de residuos y el consumo de energía. El factor de sostenibilidad tiene especial relevancia en Europa, debido a la normativa aprobada en 2006 para la limitación de las emisiones VOC. Para tener una visión más clara del impacto positivo de este tipo de sistemas de pintado, se calcula que pueden llegar a reducir en un 90% la emisión de compuestos orgánicos volátiles al medio ambiente, lo que tiene una repercusión directa en nuestra salud y la de nuestro entorno.

Muchos colores

Las opciones de fórmulas de color en sistemas base agua son más amplias que los sistemas base disolvente. La normativa y limitación de pinturas de base disolvente en algunos mercados ha hecho que muchos fabricantes y laboratorios otorguen una gran importancia al desarrollo de nuevas fórmulas de color de base acuosa, lo que abre la posibilidad de contar con un amplio catálogo de colores para cubrir todas las nuevas opciones de tonos utilizados por los fabricantes de vehículos.

En aplicaciones de pintura base agua, el pulverizado producido como consecuencia de difuminar la pintura es más controlable, debido principalmente a que la propia agua de la base funciona como un disolvente pesado, permitiendo así un mayor control en la aplicación. Además, aporta una pequeña ventaja en la reparación de parches, ya que el producto llega más húmedo a la pieza, al no contar con tanta dilución en la mezcla.

Además, con este tipo de pintura, el profesional puede obtener un alto brillo final, ya que al contrario de lo que ocurre con las pinturas al disolvente, la base presenta una menor porosidad en la superficie, lo que facilita que el brillo se mantenga y no merme tanto tras la aplicación del barniz.

Por lo que respecta a la limpieza de herramientas, como pistolas, recipientes o espátulas, no será necesario emplear disolventes ni aditivos, sino simplemente agua, ya que todos los equipos y componentes en contacto con agua deben estar construidos en acero inoxidable o plástico para evitar su oxidación.

Aplicación de la pintura

El proceso de preparación de mezcla y aplicación de la pintura base agua con respecto a la de base disolvente es muy similar, aunque existen pequeños detalles y consejos a tener en cuenta que pueden marcar la diferencia a la hora de obtener un excelente acabado.

En primer lugar, debe aplicarse una mano fina y húmeda. En colores metalizados, servirá para uniformar la posición de las partículas metálicas y evitar que queden en punta, disminuyendo el posible efecto flop en pintura. Con esta primera mano no es necesario conseguir una cubrición total, sino del 80-85% de la superficie. Posteriormente, se aplica una segunda mano completa de pintura sobre la pieza o piezas a reparar, cubriendo toda el área de reparación.

Es importante aplicar el producto en paralelo a la pieza, con la misma distancia, movimiento y velocidad. Asimismo, hay que asegurarse de que las manos se solapen de forma homogénea en todo momento. Finalmente, sobre todo en tonos metalizados, debe aplicarse una tercera mano defecto o de control, que ayudará a orientar correctamente los metales. Con esta mano se evita que aparezcan sombras en la pintura u otros defectos.

Para el secado del fondo bicapa, es posible ayudarse de un Venturi, colocándolo en paralelo a la pieza, con el objetivo de que el aire no rebote y conseguir así un secado más eficiente.

Además, en piezas de orientación vertical, la base bicapa se ha de aplicar de abajo hacia arriba, para reducir la nube de pulverización seca en las piezas que están pintándose. Cuando se pintan varias piezas, como es el caso del lateral del vehículo, las zonas de solapamiento de la primera mano y la segunda mano de efecto, que se aplica después, deben estar escalonadas. Esto también ayuda a reducir la nube de pulverización y garantiza un aspecto uniforme.

Preparación y limpieza

Las superficies a pintar deberán estar perfectamente desengrasadas y libres de óxido, polvo o suciedad. Una mala limpieza provoca una mala humectación del soporte. Asimismo, si durante el proceso de preparación y limpieza de la pieza hemos utilizado un desengrasante de base disolvente, este debe secarse completamente antes de aplicar la pintura al agua, ya que si no corremos el riesgo de reacciones con la pintura.

Por otra parte, este tipo de pintura presenta una mayor viscosidad en su formulación, por lo que la cantidad de diluyente a emplear difiere con respecto a la pintura de base disolvente. Además, controlar en todo momento la temperatura ambiental durante la aplicación será fundamental para un correcto comportamiento y secado de la pintura. Deben seguirse siempre las proporciones y relaciones de mezcla estipuladas en la ficha técnica del sistema de pintura, en base a la cantidad de pintura, diluyente o activador a utilizar. Igualmente, todas las herramientas y equipos utilizados para la mezcla de la pintura deben estar completamente limpios y libres de residuos o partículas. Cualquier tipo de partícula ajena a la mezcla, puede desembocar en diferentes defectos de pintado.

Serie W6000

La Serie W6000 es el sistema bicapa base agua de Sinnek especialmente diseñado para optimizar los tiempos de aplicación y secado de los diferentes procesos de reparación, permitiendo un notable ahorro energético, y asegurando un excelente brillo, apariencia y durabilidad del acabado. Todas estas características permiten al profesional reducir el coste por reparación, mejorar la planificación del taller, reducir los tiempos de entrega, aumentar el flujo de reparaciones y mejorar la satisfacción del cliente.