Rogelio Cuesta (Cetraa): "El taller no es un proveedor de la aseguradora, aunque lo trate como tal"
El vicepresidente de la confederación recuerda que la compañía tiene un papel indemnizatorio de una póliza, por lo que no tienen que aceptar sus exigencias.
El conflicto de los talleres con las aseguradoras sigue quemando fases. Sin indicios de que la situación vaya a mejorar, desde el sector vuelven a hacer pedagogía sobre el falso relato y el trato que brindan las aseguradoras a los negocios.
En una entrevista en El Economista, el vicepresidente de Cetraa, Rogelio Cuesta y Juan Antonio Ausín, gerente de Aprotalleres, han cargado duramente contra las aseguradoras incidiendo en las prácticas que llevan años viviendo los talleres y que ahora, fruto de la crisis de rentabilidad, se han desatado.
"Una gran mayoría de aseguradoras nos exigen trabajar en dumping, el negocio lo toman como unilateral y arbitrario y las herramientas que implantan de valoración, quien las aplica (redes periciales y peritos) no son independientes. Por lo tanto, la relación comercial se hace muy difícil”, ha destacado en este medio Ausín.
Los talleres "conflictivos"
El papel que cada actor desempeña en la relación cada vez menos fructífera entre taller y compañía aseguradora es, a juicio de Cuesta, una de las causas del conflicto. “Recordemos que la compañía tiene un papel indemnizatorio en los siniestros cubiertos por una póliza, no siendo el taller un proveedor de la compañía de seguros, aunque la aseguradora lo trate como tal. Y con ese carácter de proveedor que asignan al taller le exigen una serie de condiciones que provoca que muchas veces los talleres rehúsen colaborar con las aseguradoras”, ha destacado.
Por esta razón, rechaza el término "conflictivo" para referirse a los talleres que se niegan a aceptar las "imposiciones de precios y métodos de reparación que ponen en riesgo la rentabilidad de sus negocios”.
La solución a los problemas no se antoja sencilla. Los representantes de los talleres creen que para mejorar la relación comercial entre aseguradoras y talleres, ambas partes deben consensuar y respetar el precio de la mano de obra, así como el baremo que se aplica en las peritaciones.
Evitar imposiciones
“Evitar la imposición de proveedores, puesto que los talleres realizamos nuestras compras a distribuidores conocidos. Las aseguradoras nos exigen que compremos a ciertos proveedores bajo comisión por ser prescriptores. Asimismo, queremos que nos permitan reparar correctamente los vehículos atendiendo a la seguridad activa y pasiva de los vehículos y, por lo tanto, asegurando la seguridad vial”, opina Juan Antonio Ausín desde Aprotalleres.
Los más agraviados, no obstante, son los clientes, quienes en ocasiones fruto de este conflicto no reciben la atención necesaria en la reparación de su vehículo.
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