En la actualidad, la pintura base agua para coches es el tipo de sistema de pintado más extendido en determinados mercados, como es el caso de Europa, debido principalmente a la normativa vigente sobre la limitación de emisiones VOC.

La pintura al agua es un tipo de pintura que se tiene que diluir con agua tratada o con un producto acuoso para ajustar su viscosidad. “Cabe apuntar que la pintura base agua solo está disponible para sistemas de pintado bicapa”, explican desde SINNEK ACADEMY, que ha recopilado en un post las ventajas y algunos consejos de aplicación de la pintura al agua para el coche.

Sinnek recomienda para estas aplicaciones su Serie W6000, un sistema bicapa base agua especialmente diseñado para “optimizar los tiempos de aplicación y secado de los diferentes procesos de reparación, permitiendo un notable ahorro energético, y asegurando un excelente brillo, apariencia y durabilidad del acabado”. “Estas características permitirán al profesional reducir el coste por reparación, mejorar la planificación del taller, reducir los tiempos de entrega, aumentar el flujo de reparaciones y mejorar la satisfacción del cliente.

Los sistemas de pintura base agua para carrocería presentan diversas ventajas, entre las que la compañía de pintura para carrocerías destaca un mayor poder de cobertura que aporta a la superficie reparada, lo que se traduce en “un menor consumo de producto y tiempo de aplicación (menos pasadas, menor tiempo de reparación), permitiendo optimizar la rentabilidad de cada trabajo”; y más ecológica y sostenible, ya que este tipo de recubrimientos cuenta con una menor concentración de compuestos orgánicos volátiles, lo que reduce la emisión de gases y vapores al medio ambiente hasta en un 90%.

CONSEJOS DE APLICACIÓN

“En cuanto a la aplicación, el pulverizado producido como consecuencia de difuminar la pintura es más controlable, debido principalmente a que el propio agua de la base funciona como un disolvente pesado, permitiendo así un mayor control en la aplicación”, señala la compañía.

Con este tipo de pintura para carrocería, el profesional podrá obtener un alto brillo final ya que al contrario de lo que ocurre con las pinturas al disolvente, la base presenta una menor porosidad en la superficie, lo que facilita que el brillo se mantenga y no merme tanto tras la aplicación del barniz.

El proceso de preparación de mezcla y aplicación de la pintura base agua con respecto a la de base disolvente es “muy similar”. Sin embargo, existen pequeños detalles y consejos a tener en cuenta que pueden marcar la diferencia a la hora de obtener de un excelente acabado.

“En primer lugar debemos aplicar una mano fina y húmeda. En colores metalizados, esto nos servirá para uniformar la posición de las partículas metálicas y evitar que queden en punta, disminuyendo el posible efecto flop en pintura. Con esta primera mano no es necesario conseguir una cobertura total, sino el 80 – 85% de la superficie”, señalan desde Sinnek.

“En colores metalizados, debemos aplicar una tercera mano de efecto para la correcta orientación de las partículas metálicas. Posteriormente, aplicaremos una segunda mano completa de pintura sobre la pieza o piezas a reparar, cubriendo toda el área de reparación. Es importante aplicar el producto en paralelo a la pieza, con la misma distancia, movimiento y velocidad. Debemos asegurarnos también de que las manos se solapen de forma homogénea en todo momento”, explican.

Por último, sobre todo en tonos metalizados, debemos “aplicar una tercera mano defecto o de control”, que nos ayudará a “orientar correctamente los metales”. “Con esta mano favoreceremos que no aparezcan sombras en la pintura u otros defectos”, afirman.