Más de 200 municipios del área metropolitana de Barcelona y parte de Girona, o lo que es lo mismo, casi seis millones de personas estrenan este viernes restricciones en el consumo de agua. La fase de emergencia decretada por la Generalitat ante la "peor sequía del último siglo" en la cuenca del Ter-Llobregat afectará tanto al consumo humano como a la actividad económica, aunque las patronales del sector confían en que va a tener una "afectación mínima" en los talleres.

La principal restricción de la primera de las tres fases de emergencia es el límite de 200 litros de consumo de agua por habitante y día, con una reducción del gasto en un 80% en sectores como la agricultura, del 50% en la ganadería o de un 25% en la industria.

De cara a los talleres, las dos patronales del sector, el Gremi de Tallers de Barcelona (Cetraa) y el Gremi de Automoció de Cataluña (Conepa), coinciden en mandar un mensaje de tranquilidad. 

"A los talleres les va a afectar en tanto en cuanto nos afecta a la sociedad en general", quitan importancia desde el GAC, aunque aseguran que están trabajando en un estudio para conocer la cantidad de agua que consumen los talleres con motivo de su actividad y cómo poder ahorrar. 

Los talleres de lavado, los grandes afectados

Por su parte, Ramón Casas, secretario general del Gremio de Talleres de Barcelona, señala que la incidencia directa de las nuevas restricciones va a ser "muy baja". Los principales afectados, explica, serán aquellos talleres que tengan estación de lavado, que suponen una minoría en el territorio.

De hecho, las medidas implantadas por la Generalitat impiden limpiar los vehículos con agua. Esta operación solo se podrá llevar a cabo en establecimientos especializados con sistemas de recirculación de agua. 

"En los talleres de reparación creemos que la incidencia va a ser muy baja. Un 25% de restricción, dado el consumo que hay, creemos que es soportable", resume Casas, aunque señala que sí se están realizando recomendaciones, sobre todo, en los concesionarios, de cara que cambien este sistema de lavado. "Nuestros compañeros del Gremi del Motor están aconsejando que se cambie a un sistema de lavado seco", afirma Casas.

Más allá de este asunto particular, ambas entidades han evitado realizar una comunicación con recomendaciones a sus asociados. "Los talleres tienen problemas más graves que la sequía ahora mismo", exponen desde el GAC.

En cualquier caso, desde el Gremi son cautos dado el panorama que se puede presentar en los próximos meses si la sequía continúa. "Está claro que tenemos un problema. Es evidente que si esto sigue así, va a afectar a la actividad económica, pero no queremos generar alarmismo sin saber qué va a pasar en el futuro", reconoce.