Reparación | Los jóvenes que no quieren ser mecánicos: "Trabajar en el taller es algo que no imaginan a corto plazo"

Dos profesores de dos centros exponen la paradoja de una formación que suscita interés pero que no soluciona los problemas de relevo generacional en el sector.

Los jóvenes que no quieren ser mecánicos: "Trabajar en el taller es algo que no imaginan a corto plazo"
Ambos destacan el poco interés de su alumnado por trabajar en un taller

La falta de relevo generacional es uno de los grandes problemas de presente y futuro de la posventa. Cada vez más talleres encuentran dificultades para encontrar personal cualificado, algo que tiene mucho que ver con la falta de atractivo entre los jóvenes que estudian automoción. 

Sucede en muchos institutos y centros formativos de España, como en el IES María Sarmiento de Viveiro y en CIFP Porta da Auga de Ribadeo, en Lugo. En un reportaje en el diario local 'El Progreso', los docentes cuentan lo que ven en las aulas.

"Tenemos estudiantes, pero curiosamente una buena parte acaba yendo a otra especialidad o trabajando en otro sector", destaca el director del CIFP Porta da Agua, Isidro Berdeal, quien recuerda que hace años perdieron el ciclo de Carrocería.

Berdeal tiene dudas sobre los motivos. "No sé si las condiciones laborales son mejores, si es por la conciliación, los salarios... Yo diría que muchos talleres han cambiado de horario y la mayoría cierran a las cinco de la tarde y los salarios, incluso para los que empiezan, son bastante buenos, así que no estoy seguro de por qué", afirma.

"Muchos quieren avanzar en su currículum, quieren tener experiencias en otros países y trabajar en un taller es algo que no se imaginan en el corto plazo"

"Ninguno se ve trabajando en un taller"

Buena parte de esta realidad también se vive en el IES María Sarmiento de Viveiro. Tamara Teijeira, jefa del departamento de Transporte y Mantenimiento de Vehículos, cuenta en El Progreso que la captación de alumnos es buena, pero que realmente "son muy pocas los que acaban trabajando en un taller". 

A su juicio, explica que es posible que ellos detecten un deseo pero luego, "a medida que crecen, pueden cambiar sus expectativas”.

Teijeira cuenta una anécdota reciente en la que, hablando con alumnos preguntó "quiénes querían trabajar en un taller mecánico, y ninguno quería y todos dieron diferentes razones".

Una evolución demasiado rápida

Su opinión es que "muchos quieren avanzar en su currículum, quieren tener experiencias en otros países y trabajar en un taller es algo que no se imaginan en el corto plazo".

Su compañero de Ribadeo dice que desconoce a qué se debe esta situación. Señala que puede ser la exigencia de formación y aprendizaje constante "pero eso también ocurre en muchas otras profesiones".

"Estamos en un mundo, el de la automoción, que evoluciona a una velocidad enorme. Tanto es así que el sistema educativo no puede seguir el ritmo. A veces no tenemos la cualificación suficiente, y me incluyo, para mostrar las últimas tecnologías, sino porque el sistema en sí no consigue adaptarse a tiempo", reconoce.

Una solución complicada

Berdeal reconoce no saber cuál puede ser la solución a corto plazo para los talleres mecánicos "porque la realidad es que estamos dando muchas vueltas, incluso entre los directores de los centros y el propio ministerio. Todos conscientes de la situación y del problema que hay, pero no hay una solución clara a la vista, esa es la realidad por ahora."

Sobre la cuestión del dinero, el director del centro de Ribades dice que habla con jóvenes que sí se incorporan al mercado laboral "y creo que a la gente que empieza a trabajar le están pagando más que un salario digno". El potencial, cree es la especialización. “Cuando te especializas siempre ganas más dinero, pero muchas veces ni siquiera llegas a eso, la gente acaba no profesionalizándose lo suficiente”, advierte.

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