En la última década ha aumentado el número de vehículos automáticos en el parque móvil nacional. La comodidad de su conducción, sumado al crecimiento de vehículos híbridos y eléctricos, los han convertido en una opción a valorar.

La caja de cambios automática es lo que posibilita este modelo de vehículos. Los técnicos en reparación deben conocer los diferentes tipos que hay para afrontar su reparación. Desde Highmotor destacan tres: convertidor de par, doble embrague y CVT.

El primer caso es el más conocido y utilizado en el mercado. Según explican, es porque puede realizar los cambios de manera suave. En este caso, el lugar el disco de embrague de las cajas manuales lo ocupa un convertidor de par que envía la fuerza a través de un lubricante viscoso.

Este tipo de componentes se encuentran en vehículos de gama media y ofrecen una gran relación entre eficiencia, suavidad y coste. Además, se pueden encontrar hasta de diez marchas en modelos de gran cilindrada.

Por otro lado, las cajas de doble embrague robotizado se enfocan para vehículos de alta gama. Ofrecen un cambio de marchas prácticamente imperceptible para los usuarios. Cuentan con dos embragues bañados en aceite que se accionan mediante dos ejes de mando. Así, un embrague se ocupa de las marchas pares, mientras que el otro lo hace con las impares.

Según destacan desde el portal, permiten ahorrar hasta un 10% de combustible, aunque su fabricación es más cara. Una de las más conocidas es el cambio DSG de Volkswagen o el S Tronic de Audi

En cuanto al CVT, conocido como cambio automático de variador continuo, es el más suave de los tres ya que “en su interior no existen marchas tal y como las conocemos, sino ciertas regulaciones que se producen entre el motor y la transmisión”, precisan en Highmotor. Ofrece un mayor ahorro de combustible, aunque no están preparadas para vehículos de gran cilindrada, sino para aquellos enfocados a la conducción urbana.