Con medio millón de neumáticos al año, la industria del recauchutado en España evoluciona al alza impulsada por el bajo coste y la necesidad de ahorrar energía y de reducir emisiones contaminantes y ya copa el 25% del transporte de mercancías por carretera en la Península Ibérica.

Uno de cada cuatro camiones que circulan en España y Portugal utilizan neumáticos recauchutados, especialmente en los ejes traseros de las cabezas tractoras y en los remolques, debido principalmente a su menor precio respecto a unidades nuevas con una eficacia similar.

Producir un neumático renovado a partir de una carcasa de camión usada es más barato incluso que uno nuevo "lowcost" porque se reduce la materia prima y el gasto energético, con un ahorro de 70 litros de petróleo, 32 kilos de caucho y otros 14 de acero por unidad.

En este proceso, se emplea un tercio de la materia prima con un 80% menos de emisiones de CO2, generando menos residuos al alargar la vida útil con un segundo y hasta un tercer uso en algunos casos.

Beneficios del recauchutado

Comprar y utilizar neumáticos reconstruidos es beneficioso no solo para la economía sino también para el medio ambiente porque el impacto ecológico de una unidad es equivalente al de siete árboles, ha explicado a Efe el director del área en Bridgestone España, Rafael Menéndez, en la planta de recauchutado de Langreo.

Esta multinacional de origen japonés adquirió en 2006 la firma Bandag, que produce actualmente diez millones de unidades recauchutadas en 95 países liderando el mercado mundial del sector junto a la francesa Michelín.

Pero el ahorro energético no se limita a la producción, porque la incorporación de nuevos compuestos ha permitido rebajar la resistencia a la rodadura en su roce con el pavimento, que es la responsable del más del 20% del consumo de combustible.

Hasta cuatro de cada diez litros de combustible de un vehículo de carga de varios ejes circulando a 80 kilómetros por hora se gastan como consecuencia de la resistencia a la rodadura, ha apuntado Menéndez. Además, el responsable de recauchutaje de Bridgestone-Bandag ha destacado que los neumáticos reconstruidos "son tan seguros y eficientes como los nuevos" con la ventaja de un menor coste por kilómetro.

Existen muchos mitos sobre la seguridad de los recauchutados, y uno de ellos es que sufren mayor cantidad de reventones, pero está "demostrado" que "no es así" porque una rueda revienta generalmente al recalentarse por una presión inadecuada o exceso de carga. También existe la creencia de que duran menos kilómetros, pero "duran lo mismo y en algunos casos más", ha asegurado Menéndez.

100.000 empleos directos

La Asociación Española de Neumáticos Reciclados, que cifra en cien mil los empleos directos, indirectos e inducidos de esta industria, sostiene que "el avance de diseño de nuevas bandas para una menor resistencia a la rodadura, el comportamiento en mojado y en nieve hacen que los neumáticos renovados estén al mismo nivel de exigencia que los nuevos".

La patronal del sector destaca el caso de un estudio realizado por el fabricante Marangoni Tread North América sobre un neumático recauchutado con banda de rodadura de hombro cerrado que alcanzó el hito de medio millón de millas, unos 800.000 kilómetros.

El recauchutado se emplea desde hace más de un siglo para dar una segunda vida y consiste básicamente en aplicar una nueva capa de rodadura con dibujo sobre la carcasa de uno desgastado.

La mayor parte de la producción se emplea en el transporte de carga y de pasajeros, en aviación comercial y en furgonetas y vehículos todo terreno, ya que en turismos su uso es mínimo y residual.

En los últimos años el sector ha experimentado un notable crecimiento de la demanda, lo que ha llevado a empresas líderes en la fabricación de neumáticos nuevos a asociarse a otras especializadas en la renovación.

No obstante, Europa está aún muy por debajo de los índices de uso de este tipo de material respecto a Estados Unidos, donde representa el 45% del mercado del neumático de transporte, informa Efe.