Electromecánica | El aumento de los niveles de polen adelanta los cambios de filtros de los vehículos

Mann+Hummel insiste en la importancia de sustituir este componente cada 15.000 kilómetros o una vez al año y alerta de los riesgos para la seguridad vial.

La falta de lluvias y el aumento de temperaturas han provocado un aumento inusual en las últimas semanas
La falta de lluvias y el aumento de temperaturas han provocado un aumento inusual en las últimas semanas

El registro de niveles de polen elevados es una situación poco frecuente en esta época del año. Sin embargo, en las últimas semanas, dadas las inusuales altas temperaturas y a la ausencia de lluvias, varias ciudades españolas han visto incrementados sus niveles. La población con alergia al polen en España se cuantifica en ocho millones de personas.

Un correcto estado de los filtros de habitáculo siempre es importante, pero más aún con elevados niveles de polen. El aumento de los niveles de polen, unido a la subida de temperaturas, hace que el perfecto estado de este componente del vehículo sea clave.

En este sentido, Mann+Hummel, insiste en la importancia de sustituir este componente cada 15.000 kilómetros o una vez al año, así como cuando el conductor perciba una menor entrada de aire, olor extraño al encender o apagar el sistema de climatización, cuando el habitáculo no se enfría adecuadamente al encender el aire acondicionado o cuando se acumula de forma rápida polvo o suciedad en el salpicadero.

Un riesgo en la conducción

Respecto la seguridad, la compañía alemana destaca que “el polen puede causarnos dificultades respiratorias y estornudos, lo que reduce significativamente el nivel de atención en la carretera, y se incrementa de este modo el riesgo de accidente”, subrayan.

Y es que, como señala la compañía, “un estornudo a 80 kilómetros por hora puede ocasionar una pérdida de visión durante 45 metros”, por lo que, para evitar reacciones alérgicas durante la conducción, el buen estado de los filtros de habitáculo es clave, “más aún en grandes ciudades y zonas industriales”. Y es que, en épocas de polen, un solo mililitro de aire puede llegar a contener 3.000 tipos de pólenes.

Desde Mann+Hummel destacan además el papel que desempeñan los filtros de habitáculo en la prolongación de la vida operativa del sistema de aire acondicionado, “al evitar que se formen depósitos en las finas estructuras del evaporador”. Y es que, con el paso del tiempo, el núcleo del filtro -el medio filtrante- se obstruye de forma gradual, lo que puede llevar a una reducción de la capacidad del ventilador de entre el 50 y el 70 por ciento, cuestión que a su vez conduce a un mayor consumo de combustible y desgaste del sistema.

Soluciones de Mann+Hummel

Para combatir todas estas situaciones, Mann+Hummel desarrolla medios filtrantes con propiedades antialérgicas, que eliminan el molesto polen del aire tanto en vehículos, con filtros de habitáculo biofuncionales, como en edificios, con las aplicaciones de climatización FreciousComfort.

En esta línea, el Mann-Filter FreciousPlus cuenta con un filtro que capta los contaminantes, los alérgenos y las esporas de moho. Proporciona más del 95% de protección contra alérgenos, evita el crecimiento de moho y bacterias en el filtro, trapa hasta el 95 % de las partículas diminutas (PM2,5), elimina casi el 90% de los olores, reduce el hollín del diésel (>95 %) y protege el sistema de aire acondicionado.

Este sistema utiliza una defensa inteligente y resistente de tres niveles, con una capa de filtro de partículas que constituye el primer medio filtrante de alta eficiencia, que atrapa la mayoría de las partículas de polvo y polen que circulan por el sistema de ventilación. Una segunda capa de carbón activado de primera calidad adsorbe los olores desagradables y gases nocivos como el ozono, el dióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno. Y una tercera capa biofuncional que contiene polifenol de origen natural, captura e inactiva pequeñas partículas alérgenas.

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