Alrededor de 700 talleres mallorquines, a través de la Asociación de Empresarios de Automoción y Náutica de Baleares (Asema), han denunciado en una reunión mantenida con Vox Baleares, que son objeto de una continua “persecución” con inspecciones y multas que tienen un fin recaudatorio, según publica Crónica Balear.

Dicho encuentro pretende abordar problemáticas de estos negocios, “la mayoría provocadas por las administraciones: Govern balear, Consell de Mallorca y Ayuntamiento de Palma”, afirman desde la organización.

La entidad asegura que esta situación está provocando el cierre de algunos centros, mientras que las administraciones “hacen oídos sordos a las denuncias que han presentado alertando de la presencia de talleres ilegales”.

En este sentido, el presidente de Asema, Joan Crespí, ha subrayado que “nunca se obliga a cerrar a un taller mecánico ilegal ni se vigila la apertura de nuevos”. Y añade que “a los talleres mecánicos que pagan sus impuestos y que actúan conforme a la ley solo les queda sobrevivir como pueden y, al final, acabar cerrando sus puertas con la consiguiente pérdida de empleos y de actividad económica”.

Los empresarios también han denunciado la “situación anómala que sufren todos los ciudadanos por el mal funcionamiento de la ITV”, con esperas para conseguir una cita en los talleres que superan los tres meses. Asimismo, consideran que el Consell de Mallorca debe actuar de la forma que más beneficie a los usuarios.

Por otro lado, Asema ha solicitado la ayuda de Vox para que, en Palma, los talleres situados en zona ORA puedan acordar con el Ayuntamiento el pago anual de una cuantía que les permita aparcar los coches en zona azul sin tener que estar colocando continuamente el tique correspondiente.