Los profesionales del taller de reparación siguen levantándose cada mañana para salir a trabajar a sus centros, al igual que también lo hacen los reponedores y cajeros del supermercado, o los enfermeros del hospital. Son solo un ejemplo de trabajadores que siguen prestando servicio durante la crisis del coronavirus.

Sin embargo, muchos de estos profesionales deben soportar las amenazas y mensajes anónimos por parte de vecinos que temen ser infectados. Es el caso de José Antonio Torres, el propietario de un taller en Castelldefels (Barcelona), cuya labor durante el estado de alarma es la de desinfectar los vehículos de sanitarios y policías de forma altruista.

Una iniciativa que se debería aplaudir, pero que lejos de reconocerse por su contribución en la lucha contra el coronavirus, este profesional ha tenido que enfrentarse a una nota anónima con insultos de un vecino que además le advierte de que no vuelva a casa porque "estaba infectado con el virus".

"Lo que estoy haciendo es totalmente humano, no me estoy beneficiando de nada", ha manifestado José Antonio en las noticias de Antena3, muy indignado ante la situación. Vecinos con miedo y temor que lejos de colaborar y reconocer el esfuerzo de los trabajadores que colaboran para frenar el coronavirus, reprochan su actividad y les "obligan" a abandonar sus hogares.