El propietario de un coche averiado se niega a llevarlo al taller por motivos religiosos

Aurelio, creyente y devoto de la patrona de Toledo, rocía el coche cada 15 de agosto con agua bendita y solo ha ido al taller para revisiones o cambios de aceite.

El propietario de un coche averíado se niega a llevarlo al taller por motivos religiosos

Hace casi 15 años que Aurelio y su familia tienen su primer y único coche, un turismo que pese a su antigüedad no tienen pensado jubilar, porque según ha comentado Aurelio en Cope, "no está la cosa para muchos gastos". Sin embargo, el vehículo presenta desde hace unos días síntomas de fatiga. El cuadro de luces parpadea y se experimenta falta de potencia al acelerar el automóvil, además de ruidos.

A pesar de los síntomas de avería que presenta, Aurelio se ha negado a acudir a un taller profesional, donde sabe que pueden dejar su vehículo a punto, por un motivo religioso. Y es que el coche familiar ha visitado el taller únicamente para labores de mantenimiento o revisión y cambios de aceite. La familia de Aurelio es muy creyente y devota de la patrona de Toledo, que celebra su festividad el 15 de agosto. En esta fecha tan señalada, rellenan botellas de agua bendita para luego rociar el coche y sentirse a salvo. "Será o no casualidad, pero nosotros nunca hemos sufrido ningún accidente ni susto con el coche. Nos sentimos así protegidos".

Aurelio reconoce sentir que el vehículo está siendo profanado cuando acude a un taller de reparación, y aunque preferiría esperar hasta la fecha marcada, es consciente de que tendrá que poner su coche en manos de profesionales que le faciliten un diagnóstico. Sin embargo, considera que, de no ser posible su reparación, no podría conducir un nuevo turismo hasta haber rociado su nuevo coche con agua bendita procedente de su patrona, algo que será posible el 15 de agosto