El 17 de abril se cumple un mes desde que el Ministerio de Industria, Comercio y Energía autorizase la suspensión "de forma excepcional" de toda "obligación de pasar inspecciones técnicas prescritas en la reglamentación". En las siguientes horas, todas las estaciones de ITV cerraban sus puertas, una circunstancia por la que ya se han acumulado 1,8 millones de inspecciones pendientes que se pasan al mes, según los datos facilitados por Aeca-ITV a Infotaller.
Todos los vehículos están obligados a superar la inspección técnica, por lo que esta medida es de carácter extraordinario y temporal. Sin embargo, supone también un peligro en lo que a seguridad vial se refiere. A pesar de las medidas de confinamiento, un importante porcentaje de personas sigue usando su coche a diario y no sería extraño que muchos de esos trabajadores tengan pendiente pasar la inspección técnica y llevar a cabo una revisión de los elementos de seguridad del vehículo. Ese coche también está poniendo en riesgo al conductor y al resto de automóviles que circulan.
A este retraso en el control de los vehículos españoles hay que sumar una falta de medidas para poner en marcha de nuevo este servicio tras levantarse el estado de alarma. Los coches volverán a circulan por las vías y carreteras españolas y se generará una alta demanda en las estaciones de ITV y, por ende, en los talleres, no solo para hacer las revisiones preITV, sino también para subsanar los defectos que impidan superar la inspección. Las revisiones pendientes se acumularán junto a las que deben realizarse en el mes en el que se restablezca la actividad, lo que aumentará los tiempos de espera con el consiguiente peligro de seguridad.
Así, resultará de vital importancia que el Gobierno establezca cómo regular de esta situación y estipule un período máximo hasta el que se permita la libre circulación sin pasar la inspección técnica del vehículo tras la vuelta a la normalidad. Un margen de tiempo que permita al conductor cumplir con su obligación en un plazo realista, en vistas del caos que existirá tras la reapertura de las estaciones de ITV. Una actividad que, más que nunca, necesitará gestionar las citas previas y trabajar de forma eficaz para garantizar la descongestión de estos servicios.
