Reparación | ¿Cómo se adaptarán los pequeños talleres a la llegada de los eléctricos?

La facturación de los establecimientos españoles descenderá el 38%, según la consultora Solera.

Los expertos aseguran que serán necesarias una inversiones entre 7.000 y 30.000 euros
Los expertos aseguran que serán necesarias inversiones entre 7.000 y 30.000 euros

Los coches eléctricos presentan un menor volumen de averías que los de combustión interna y desaparecen elementos como los filtros, las bujías, los inyectores o la correa de distribución, según expertos en este sector.

Este es el panorama que se presenta en un futuro próximo en el que se prevé que las reparaciones de electromecánica, mecánica y mantenimiento desciendan hasta el 70%, según datos de la consultora MSI que recoge El País. Asimismo, Solera indica que en 2050, si todo el parque automovilístico fuera eléctrico, la facturación de los talleres españoles descendería desde 13.639 millones de euros hasta 8.472 millones (38%).

Pero, ¿cómo afectarán estos grandes números a los pequeños talleres? Uno de los principales aspectos es la inversión para las nuevas necesidades de estos nuevos coches, la cual oscilará entre 7.000 y 30.000 euros.

Además, las medidas de seguridad se convierten en un elemento diferenciador. Por ejemplo, es importante la instalación de suelo de nylon, que es un aislante eléctrico, ya que las baterías funcionan a 1.000 voltios, así como guantes de goma, controladores de voltaje, zapatillas con suela más gruesa e, incluso, pértigas rematadas por un gancho por si un mecánico se queda pegado a la corriente y hay que tirar de él.

Aunque los establecimientos de barrio poco a poco intentan adaptarse, están convencidos de que el coche eléctrico 100% aún tardará en llegar y algunos aseguran que, de momento, no han tenido que hacerse cargo de ninguna avería en este tipo de automóviles, solo de mantenimientos, que será lo que prevén que les genere mayores ingresos en sus negocios. No obstante, señalan que algunos problemas serán recurrentes, como el deterioro de parte de la instalación cuando la tensión derrite los cables.

Asimismo, Solera añade que el número de horas empleadas en reparaciones descenderá el 90%, de forma que los ingresos por vehículo pasarán de los 3.429 euros actuales a 489 euros.

Por otra parte, los proveedores también se verán afectados por estos cambios, puesto que aseguran que la transición afectará a todo el sector de posventa. Así lo afirman desde RecOficial, que apuntan que viven de vender recambios y que los talleres, con estas previsiones, solo consumirán el 40% de estos elementos.

Sin embargo, la consultora MSI subraya que frente a esta caída de facturación, aumentará el car sharing y los coches autónomos, y, con ello, el descenso podrá verse compensado, ya que los mantenimientos, posventa preventiva y posibles arreglos serán más caros por el tipo de tecnología.

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