El futuro del automóvil apunta hacia vehículos más simples y, al mismo tiempo, más difíciles de reparar. Por un lado, el coche del futuro probablemente tenga menos piezas que cambiar. A cambio, cada vez incorpora más tecnologías novedosas, lo que precisará de profesionales altamente cualificados. 

Un ejemplo de estas nuevas tecnologías aplicadas al automóvil es el concepto de ventanillas de Toyota denominado Window to the World.

Se trata de ventanillas táctiles, en las que el pasajero puede interactuar con el paisaje efectuando acciones como calcular la distancia a un punto concreto, capturar y ampliar distintos elementos del paisaje o ver cómo se denominan esos elementos en un determinado idioma, como puede verse en el vídeo de GIGadgets. 

Sin duda, una innovación que abre una nueva dimensión al entretenimiento a bordo, y una nueva oportunidad para los profesionales de la reparación, que deberán adquirir nuevos conocimientos de electrónica.