Un nuevo taller clandestino ha sido desmantelado en Burgos, concretamente en la comarca del Arlanza. El taller pertenecía a un hombre de 62 años que ejercía con total normalidad reparaciones mecánicas pese a que el negocio figuraba como cerrado desde el año 2007.

Agentes del Seprona de la Guardia Civil localizaron el taller ya que desde el exterior de la nave en la que se ubicaba se observaban a simple vista los trabajos cotidianos de cualquier reparador, según recoge el digital El Norte de Castilla. Su interior estaba perfectamente acondicionado y tenía todo el material y equipamiento necesario para realizar este tipo de trabajos, de hecho, en el momento del registro, el responsable de este taller estaba trabajando en dos vehículos.

Al ser requerido por las licencias tanto para realizar esta actividad, como de apertura de negocio, el responsable no presentó ningún tipo de papel ya que, además, figuraba como cerrado desde el año 2007.