El mantenimiento del filtro de combustible debe realizarse cada 30.000 kilómetros. La cuestión que se plantean muchos conductores que acuden al taller a realizar esta operación es si debe sustituirse o basta con efectuar una limpieza.

Según Ro-Des, la Red Operativa de Desguaces Españoles, la respuesta está clara: para llevar a cabo el mantenimiento del filtro de combustible de un automóvil, no se debe realizar una limpieza, sino que hay que cambiarlo por un filtro nuevo. 

Al contrario que con otros filtros, la limpieza no supone ningún beneficio. Al contrario: las incrustaciones de partículas en el filtro nunca llegan a eliminarse por completo y esto podría seguir siendo un peligro potencial  para el buen funcionamiento del motor.

La única opción que asegura tener un filtro de combustible en buen estado, por tanto, es efectuar su  sustitución por uno nuevo.

Por norma general, los fabricantes recomiendan cambiar el filtro de combustible cada 60.000 kilómetros. Aun así, de cara a garantizar un funcionamiento óptimo y eficiente del motor, Ro-Des aconseja reemplazarlo cada 30.000 kilómetros. De este modo, se asegura que los inyectores, la bomba de presión y los circuitos se encuentren en buen estado durante mucho más tiempo.

Hay que recordar, además, que el cambio de filtro de gasoil o de gasolina no es una operación particularmente onerosa, por lo que al conductor le compensa acudir al taller para efectuar esta sustitución a su debido tiempo, evitando costosas averías en el futuro.