La delincuencia no cesa en los polígono del alto de La Varga y Villariezo, en Burgos. Diario de Burgos informa de un total de ocho asaltos en naves en cuestión de días, los últimos dos casos, ambos en El Clavillo, han sido en dos talleres, donde los cacos robaron material informático, herramientas de pequeño tamaño y neumáticos. 

Según recoge Diario de Burgos, la nave de Expe Javi, que se dedica a la reparación de maquinaria agrícola e hidráulica, ubicada en la carretera BU-V-1002, que conecta Villariezo con la A-1, fue víctima de uno de estos robos. "Los ladrones accedieron al recinto a través de la otra lonja, revolvieron todos los contenedores en busca de elementos que pudieran resultar de valor y encontraron una escalera. Gracias a ella, lograron entrar en las oficinas del taller. Se llevaron ordenadores y otro tipo de material informático, así como herramientas de pequeño tamaño"

El suceso se produjo sobre las cuatro de la madrugada. Curiosamente, este recinto contaba con alarma de vigilancia y dos perros de raza mastín, pero los delincuentes fueron capaces de burlar todas estas medidas, cosa que no se termina de explicar muy bien el responsable de la empresa, quien daba por perdido todo el material sustraído. 

El segundo de los robos fue en Neumáticos Jayver, que ya había sido víctima de un asalto muy similar hace apenas unos días. Nuevamente, los cacos les entraron y les robaron una veintena de ruedas de camión. Estos recambios también tienen tirón en el mercado de segunda mano por la crisis de los materiales. Según el diario, también la nave de Hernández, en el alto de La Varga, fue asaltada a plena luz del día hace menos de un mes. Las ruedas era su objetivo. 

La sustracción de herramientas también ha sido una constante durante las últimas semanas en las naves del alto de La Varga. Sobre todo las que tienen un alto coste en el mercado. En la lonja que Pavimentos Barrondas tiene en la calle del Mercurio, en el Monte de la Abadesa, entraron en el puente de Los Santos igual que en el resto de las naves vecinas. Fracturaron el bombín de la puerta y, pese a no tener luz, cogieron una furgoneta que tenía la empresa y la cargaron con enseres de valor que encontraron. Se llevaron cortadoras de baldosas, láseres y helicópteros para pulir.