Atarvez, la Asociación de Talleres de Reparación de Zaragoza, han alertado de que, además de la conocida y mediatizada fatiga pandémica, han detectado cambios en los conductores referentes al tiempo y a las prioridades. Una especie de "derecho de servidumbre" que choca, frontalmente, tanto con el sentido común como con la seguridad vial en la que estamos todos los ciudadanos implicados.

Por ello desde la asociación, se quiere incidir en la importancia y responsabilidad que conlleva iniciar un viaje. Tener en cuenta las revisiones básicas y/o el tiempo necesario para acudir al taller de confianza, facilita la organización y el disfrute con menos probabilidades de incidentes. 

Nueva normativa de tráfico

El pasado mes de marzo entraron en vigor una serie de modificaciones que es importante tener en cuenta a la hora de emprender un viaje: 

• En carreteras convencionales, turismos y motocicletas no podrán superar en 20km/h la velocidad máxima permitida para adelantar a otros vehículos.
• Pérdida de 4 puntos: si se viaja sin o mal colocados el cinturón de seguridad, sillitas de niños o sistemas de protección.
• Pérdida de 6 puntos: si se conduce sujetando con la mano dispositivos de telefonía móvil; si se arrojan a la vía o en sus inmediaciones objetos que puedan producir incendios o accidentes; adelantar sin la separación mínima de 1.5m a una bicicleta o ciclomotor. Relativas al Covid-19 y como recordatoria para quienes su movilidad sea combinada, desde abril la mascarilla solo es obligatoria en el interior de centros y establecimientos sanitarios, residencias y transporte público.

Revisar el vehículo

Así mismo, desde Atarvez instan a revisar el vehículo antes de realizar un viaje, independientemente del uso que se le de al vehículo en cuestión. ¿Qué elementos se deben revisar?

• Motor: comprobar la varilla del nivel de aceite para evitar averías muy costosas. No rellenar con cualquier tipo de aceite. En el taller revisarán los filtros de aceite. Igualmente el nivel de líquido refrigerante, recomendable renovar cada dos años para mantener sus propiedades de refrigeración del motor.
• Ruedas (incluida de repuesto sí lleva): sin grietas, sin golpes ni deformaciones; con dibujo suficiente y mínimo 1,6mm; presión de aire adecuada y en la conducción no notar ruidos ni desvíos a los lados. En el taller, se descubren daños que están ocultos a primera vista así como se realiza una correcta alineación de la dirección para garantizar mayor durabilidad de los neumáticos.
• Frenos y suspensión: revisar si en el suelo se ven manchas de líquido (fugas) y, en la conducción, no escuchar chirridos ni notar vibraciones al frenar. En la frenada también entra en juego la amortiguación y, en el taller, la comprobarán máxime si se añaden elementos como remolques o caravanas al viaje, para que éste sea lo más cómodo posible. 
• Climatización: notar si hay una pérdida de capacidad para enfriar el habitáculo o ruidos en las zonas ventilación. Los profesionales poseen maquinaria especializada para revisar fugas y el correcto funcionamiento del sistema, para evitar que la fatiga o el sopor sea un factor de accidente. 
• Iluminación: funcionamiento correcto de la luces de posición, cruce, largas, anti nieblas y, por supuesto, intermitentes. Hoy en día, en algunos fabricantes optimizan los espacios pero complican la sustitución de las lámparas, para el cual se necesita herramienta profesional como hay en los talleres.
• Escobillas y limpiaparabrisas: barren el cristal delantero y trasero sin problema, los eyectores del líquido limpiador no están obstruidos y su nivel es óptimo. Ante una tormenta repentina de verano, son un buen aliado si funcionan correctamente.

Tener en cuenta el entorno

Además de revisar el vehículo, se deben tener en cuenta las circunstancias y el entorno. Por ello, es fundamental planificar la ruta ya que existen elementos que pueden afectar al conductor y a los vehículos:

• Asfaltado y ruedas: la calidad del asfalto hace mucho y como conductores debemos, adaptar nuestra conducción a la vía. Los neumáticos nos agarran a él y sufrirán más rozamiento a temperaturas más altas, por el peso extra de los equipajes y elementos añadidos. Las condiciones de la vía son potestad del Estado pero del agarre del vehículo se responsabiliza su conductor.
• Altas temperaturas y climatización: aunque la climatización funcione a las mil maravillas, es conveniente no realizar trayectos largos en las horas más cálidas del día y hacer paradas cada 2 horas. Mucho cuidado con el contraste térmico al salir del vehículo, un agotamiento o golpe de calor no es buen compañero de viaje.
• Mayor tráfico y aceleraciones: en España, julio y sobre todo agosto, son los meses vacacionales por excelencia. Aún con el incremento de precio que están sufriendo los combustibles, el desplazamiento en vehículo particular sigue siendo el más elegido y en la carretera encontraremos, igualmente, todo tipo de usuarios. Mantener la distancia de seguridad con ellos es clave, así como evitar acelerones y maniobras bruscas que ponen a prueba el mantenimiento del vehículo. Las carreras mejor en un circuito, con los vehículos adecuados y los técnicos en los boxes.