Un banco impermeable, resistente y versátil, fabricado artesanalmente a partir del caucho de neumáticos fuera de uso (NFU). Así es la propuesta de Muka, una empresa que ha convertido el reciclaje de neumáticos en mobiliario funcional, combinando innovación, conciencia ambiental y economía circular.
Su modelo más reciente, de 80 x 30 cm y 18 kg, está elaborado con el equivalente a dos neumáticos reciclados. Puede utilizarse como asiento o mesa auxiliar, soporta hasta 150 kg de peso y está diseñado para interiores y exteriores. La fabricación es manual, sin procesos industriales ni emisiones contaminantes, lo que reduce significativamente su huella ambiental.
Gracias a las propiedades del caucho reciclado, el resultado es un material resistente a impactos y seguro para el uso humano y vegetal, gracias a pigmentos no tóxicos. "Este tipo de iniciativas no solo reducen el impacto ambiental, sino que muestran el potencial de los residuos como nuevos recursos", señala TNU (Tratamiento Neumáticos Usados), que apoya y celebra este tipo de soluciones que convierten los residuos en valor social, ambiental y económico.