Pasa desapercibida, pero ni mucho menos es irrelevante. Aunque no destaque ni se vea a simple vista, la válvula EGR juega un papel clave para mantener el motor funcionando de forma más limpia y eficiente. Pero, ¿por qué? Porque es un héroe oculto en la lucha contra la contaminación atmosférica.
Analizando sus siglas, en orden inverso al venir del inglés, EGR significa "recirculación de gases de escape". De este modo, la válvula EGR recircula una parte de los gases de escape hacia la entrada de aire del motor. Este proceso le lleva a cabo para reducir las temperaturas de combustión, así como las emisiones nocivas de NOx y mejorar la eficiencia.
Como todos los componentes del motor, las válvulas EGR pueden ensuciarse u obstruirse con el tiempo, especialmente en viajes cortos, donde el motor no se calienta completamente. por ello, hay que ejercer cierta vigilancia con su estado, pues, en estos casos, es cuando pueden surgir problemas.
Por tanto, hay síntomas palpables que nos van advirtiendo de que esta parte del motor no funciona a pleno rendimiento, a continuación, se exponen algunas de las señales comunes de que la válvula EGR podría necesitar atención:
- Ralentí inestable o calado.
- Disminución del rendimiento del motor.
- Mayor consumo de combustible.
- Luz de verificación del motor encendida.
Muchos conductores nunca piensan en su válvula EGR hasta que falla. Nada más lejos de la realidad. Es importante llevar a cabo un mantenimiento proactivo. Con este cuidado regular y el uso de repuestos de alta calidad, como los de NTK Vehicle Electronics, el mecánico logrará mantener su sistema de emisiones en óptimas condiciones.