Bosch acaba de presentar FILTER+pro, su nueva generación de filtros para el habitáculo, que mejora y sustituirá a lo largo del año al actual FILTER+, ofreciendo como valor añadido la filtración y reducción de los alérgenos, así como por evitar el riesgo de transmisión de gérmenes. El nuevo producto, que ha sido certificado por el organismo de certificación independiente OFI CERT, con sede en Viena, no solo se ocupa de los alérgenos, el polen, las partículas finas, los gases nocivos y las bacterias, sino que también combate los virus y el moho, explica el fabricante.

Mayor seguridad y eficiencia

En el FILTER+pro, varias capas de filtración actúan combinadamente para garantizar la mejor calidad de aire posible en el habitáculo. Una capa antimicrobiana funciona de manera eficiente contra virus, bacterias y polen, y limita el crecimiento de hongos, bacterias y polen. Una capa de carbón activo neutraliza los gases nocivos y los olores desagradables, mientras que una capa de microfibra ultrafina filtra más del 98% de todas las partículas que miden más de 2,5 micrones.

De esta forma, los filtros para el habitáculo contribuyen a mejorar la seguridad vial, ya que se pueden reducir reacciones alérgicas como los estornudos, que pueden ser potencialmente peligrosos al volante. Además, las ventanas se empañan menos y en el interior del parabrisas hay menos sedimentos que puedan contribuir al deslumbramiento. Además, se reducen los sedimentos en el sistema de aire acondicionado, ayudando a su correcto funcionamiento.

La gama completa de filtros Bosch, ya sea estándar, de carbón activo o la nueva FILTER+pro, cubre el 96% del parque de turismos en Europa, mientras que para para vehículos híbridos y eléctricos, la cobertura es del 95%. En concreto, Bosch ofrece actualmente un total de 650 filtros para el habitáculo diferentes, que cubren aproximadamente 320 millones de vehículos en Europa. Para mantener el rendimiento del filtro, se recomienda reemplazarlo cada 15.000 kilómetros o, al menos, una vez al año en el taller.