Bosch celebra nueve décadas desde el lanzamiento de los filtros de combustible con los que proteger los sistemas de inyección de los motores diésel, y más adelante también los de gasolina, de los elementos contaminantes. Aunque el primer filtro utilizado fue en 1930, seis años más tarde se empleó un papel especial como medio de filtrado, el cual ha sido mejorado y desarrollado desde entonces.

Estos filtros se encargan de separar las partículas y el agua del combustible. Bosch emplea para ello materiales de calidad y realiza exigentes controles, así como un procesamiento exhaustivo para que cumplan con los mismos estándares que los productos de primer equipo.

Pero más allá de los filtros de combustible, gracias a su gran conocimiento y experiencia en el campo de los sistemas de inyección y filtrado, Bosch ha desarrollado soluciones para otros retos relacionados con las tecnologías motoras. Además, esta protección sigue siendo indispensable para la movilidad del futuro, tanto para coches híbridos, eléctricos o de combustión, previniendo la filtración en el aire, el agua, el aceite para la lubricación de los motores o el aceite para los sistemas de refrigeración de las baterías. Bosch sigue trabajando para desarrollar estos medios filtrantes, previniendo así  fallos y averías graves en los diversos sistemas del vehículo.

En lo que respecta a los filtros de habitáculo, Bosch cuenta con un programa de filtros para Aftermarket que proporciona en la actualidad, un cobertura del parque automovilístico que supera el 95%.