Concesionario | Las ventas de vehículos alcanzarán los 1,22 millones en España en 2017

Este número de matriculaciones supondrá un crecimiento del 7%, en comparación con 2016, según Anfac.

La producción de vehículos alcanzará al cierre de 2017 los 2,8 millones de unidades
La producción de coches llegará a los 2,8 millones de unidades al cierre de 2017

Las matriculaciones de turismos en España alcanzarán las 1,22 millones de unidades al cierre de 2017, lo que supondrá un crecimiento del 7% en comparación con 2016, según ha adelantado Anfac en el trigésimo segundo ‘Encuentro de la Automoción de IESE’ celebrado en Barcelona.

Su vicepresidente ejecutivo, Mario Armero, ha señalado que el comportamiento de las matriculaciones entre particulares está siendo “peor que en el conjunto del mercado”, ya que el crecimiento del 3% significa “menos de la mitad de lo que sube el mercado en su conjunto”. No obstante, ha añadido que el canal de empresas y las alquiladoras han sido “los que han tirado más” de las matriculaciones este año.

Armero indica que la previsión de matriculaciones de turismos para 2018 es el 4% superior al cierre de 2017, “siempre que la situación económica no se resienta”, puntualiza.

Asimismo, la patronal apunta que la producción de vehículos en nuestro país alcanzará este año los 2,8 millones de unidades, por lo que no sobrepasará el límite de los 3 millones que se preveían en el ‘Plan 3 Millones’ de reindustrialización de España que los empresarios presentaron en 2012.

Las “dificultades” por las que han pasado los principales mercados de exportación española, como Reino Unido (ha caído el 4,6 % y las exportaciones españolas han retrocedido el 5,2%) o Turquía (han disminuido las matriculaciones y las exportaciones de coches españoles el 22,4% hasta septiembre), y la ralentización del mercado alemán son dos de los motivos que han provocado que sobrepasar los tres millones, ha señalado Anfac.

Por otro lado, Armero ha subrayado que el sector del automóvil está en “plena transición” y que puede suponer “una buena oportunidad” para cambiar la fiscalidad del automóvil y convertirla en una “más exigente y más verde” porque “no sólo lo pide Bruselas, sino que las ciudades quieren una fiscalidad que tenga en cuenta la calidad del aire”.

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